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lunes, julio 1, 2024

Carlos Soria: La prensa escrita es la más apta para jugar un rol articulador con respuestas periodísticas a los problemas de hoy

Carlos Soria Galvarro Terán, pronuncia un discurso al recibir el “Premio Nacional de Periodismo 2023”. Es un honor para del periódico digital orureño FondoNegro, publicar el discurso del periodista, investigador y escritor. Sin duda, es un paradigma para la nueva generación de periodistas a nivel nacional…

Queridos amigos, queridas amigas:

  • Comienzo por agradecer muy sinceramente a quienes me postularon a este premio. También mi gratitud para colegas, familiares, e instituciones que se movilizaron, en apoyo de esa postulación. En realidad, el proceso de selección y asignación de este reconocimiento implica cierto profesionalismo pues periodistas evalúan a periodistas, tomando en cuenta no sólo la calidad y cantidad de su trabajo, sino la medida en que éste contribuye a la sociedad.

Es pues un alto honor y un enorme compromiso el recibirlo. Más aun en circunstancias, tanto internas como externas, especialmente complejas para la actividad periodística. En lo esencial se trata de una crisis originada en la irrupción masiva de nuevas tecnologías que plantean nuevos y grandes desafíos para la actividad periodística, y no se trata de volver atrás pues las tecnologías vinieron para quedarse, sino de procesar los cambios que hagan posible un freno al mal uso de las tecnologías y más bien las utilicen de modo racional e inteligente para dar saltos articulados y creativos utilizando en forma positiva las nuevas potencialidades que se abren.

También, se debe tomar en cuenta como muestra lacerante, el hecho que desde el inicio de una nueva fase del conflicto armado entre palestinos e israelíes, ya han muerto en la región más de 30 periodistas, unos directamente asesinados y otros como víctimas de los efectos colaterales de la sangrienta confrontación; las grandes cadenas informativas se han puesto al servicio de la propaganda de sus gobiernos y haciendo tabla rasa con las libertades de expresión aplauden la clausura de medios de signo contrario; situaciones semejantes se observan en países latinoamericanos donde no se logra frenar la preponderancia  del crimen organizado.

En nuestro país hay señales que no debiéramos ignorar: amenazas desde el poder, amagos de presiones violentas sobre algunos medios, intentos de cierre de fuentes informativas; periodistas de calle, sean de medios opositores o gubernamentales, frecuentemente agredidos o interferidos en su trabajo; manejo excluyente y sectario de los medios estatales, cada vez más alejados del concepto de bien público; precariedad laboral de medios privados, incapaces de generar su sostenimiento,  forjando alianzas empresariales que los liberen de su dependencia del paquete publicitario estatal;  la impunidad que reina en casos de flagrantes agresiones violentas a periodistas; el cierre de algunos medios y cambios de la propiedad de sus paquetes accionarios acentúan la inestabilidad laboral. 

Carlos Soria, periodista, escritor, investigador. Foto: RRSS/Internet

Entretanto, pareciera que no existe la conciencia necesaria sobre los logros constitucionales del derecho a la información y a la comunicación (artículos 106 y 107 de la CPE), en especial lo referido a la autorregulación, que es ya una herramienta útil, y podría serlo todavía mucho más. Si alguien se decidiera desde cualquier nivel del poder a poner en práctica la consigna de “cero tolerancia a la corrupción”, tenemos la certeza de que el periodismo sería su principal aliado.

Se me ha preguntado estos días acerca de cuáles serían las líneas principales en las que hice algunos modestos aportes, obviamente sin esperar premio alguno. Podría resumirse en los siguientes puntos:

  • Testimonios escritos de acontecimientos vividos en carne propia o con alguna cercanía, temporal o por lo menos generacional. Están ahí los libros publicados, esencialmente periodísticos, aunque con pinceladas históricas
  • Compartir experiencias y engarzar la formación autodidacta de muchos periodistas, con la formación académica. Ahí están los cursos realizados, los títulos obtenidos y los 15 años como docente universitario invitado
  • Desenvolverse en diversos medios: radio, prensa escrita, televisión e internet. Sin embargo, por muchas razones, llegamos a la conclusión de que la prensa escrita es la más apta para jugar un rol articulador, capaz de elaborar respuestas periodísticas creativas frente a los problemas de hoy
  • Rescate de lo local, especialmente rural e impulso a los medios comunitarios, que al parecer en los últimos tiempos tienden a debilitarse
  • Compromiso invariable con la posición política de izquierda, pese a los avatares de los experimentos socialistas inconclusos o precozmente retorcidos, o el fracaso del llamado “proceso de cambio” en el país, situación que demanda una profunda reflexión y un reagrupamiento programático del bloque nacional popular.  Esta posición, como es público y notorio, no deja de lado la crítica, no sacrifica ni subordina el periodismo a la panfletería propagandística. Por eso, orgullosamente y a sabiendas de que muchos no coincidirán conmigo, puedo decir algunas cosas: apoyé al pueblo vietnamita y saludé su resonante triunfo sobre la primera potencia mundial capitalista
  • Puedo alzar la voz sin sonrojarme para exigir el fin del bloqueo a Cuba; uno mi voz a quienes piden frenar el actual genocidio contra Palestina (CNN nos quiere vender a idea de que los buenos están de un lado y los malos del otro, como si Hamas hubiera caído del cielo, ignorando 75 años de resistencia desesperada del pueblo palestino a la ocupación). También puedo decir sin titubeos que Rusia debe poner fin a su invasión a Ucrania (y hallar una salida negociada al conflicto que, de paso, tape la boca a los guerreristas de la OTAN). También permítaseme poner en duda si en Nicaragua gobierna realmente el sandinismo o una pareja autoritaria de sátrapas
Carlos Soria Galvarro, un paradigma para la nueva generación de periodistas. Foto: RRSS/Internet

Por último, quisiéramos remarcar que nada de lo que se menciona se hizo en soledad. Tuvimos siempre a nuestro lado equipos de compañeros y compañeras de trabajo inolvidables, alumnos y alumnas, colegas y entornos familiares e institucionales propositivos. Por ello termino pidiendo el apoyo de todos y todas ustedes a tres campañitas en las que estamos empeñados:

  • Recuperación de la extraviada documentación del juicio militar contra Regis Debray, Ciro Bustos y otros en Camiri.  Se dijo que habría desaparecido en el incendio del Tribunal Militar, durante los disturbios del “febrero negro” de 2003, pero esto no es evidente. (circula por ahí organizado en cuatro cuerpos que contienen miles de documentos perfectamente catalogados en 217 legajos)
  • Arraigar socialmente a José Santos “Tambor” Vargas guerrillero letrado de la independencia. No es necesario degradarlo de comandante a sargento para bautizar una escuela militar de música, tal cual ocurrió en Oruro; por el contrario, en la ciudad de La Paz hay ya una Unidad Educativa que lleva su nombre completo.  Hace falta generar un consenso entre los artistas para construir la imagen del guerrillero (con el rostro recogido en el billete de 10 Bs, ya son por lo menos cinco intentos totalmente distintos de representarlo). El llamado es también para difundir su famoso diario, documento histórico único en América Latina, en textos simplificados, video, cine, historieta y otros formatos
  • Reapertura de la Biblioteca-Telecentro del municipio de Mecapaca; por decisión del Concejo Municipal, lleva el nombre del “Tambor” Vargas, pero hace ya más de dos años que tiene cerradas sus puertas

Agradezco a quienes nos acompañan esta noche, les deseo salud, bienestar y éxitos. Me haría muy feliz encontrar entre ustedes muchos cómplices en la búsqueda de esos tres mini objetivos, además de otros que podrían todavía surgir en lo que resta del camino.

Recibo con verdadera humildad este reconocimiento, me compromete aún más con la libertad de expresión, derecho humano fundamental, y con la vigencia plena de la democracia, conquista popular irrenunciable.

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