Icono del sitio Fondo Negro Bolivia

Un compromiso social como “Guardián del Estado” y no tener “cola de paja”

La justicia boliviana, buena o mala, politizada o imparcial, ahí está y ejerce justicia. Foto: RR. SS.

Pero qué difícil es acertar con el voto o la elección parlamentaria a un representante idóneo que imparta justicia que convenga no a una persona, no a los partidos políticos, no al poder económico, sino, en el marco de servidor público beneficie a la sociedad, bajo los principios de legalidad e imparcialidad.

Fondo Negro, en este difícil asunto por la contaminación política partidaria y la incapacidad parlamentaria de concebir la gran responsabilidad que tiene, en este caso, elegir al Fiscal General o Guardián del Estado, ha logrado registrar la opinión de tres profesionales abogados y uno de ellos también sociólogo, sobre el perfil adecuado para optar el cargo de Fiscal General en Bolivia, que hasta ahora fue nombrado por hilos invisibles del dedaje político.

El último, Fausto Juan Lanchipa Ponce, posesionado como Fiscal General del Estado Plurinacional de Bolivia el 23 de octubre del 2018, termina su gestión con una cadena de observaciones y ásperos cuestionamientos por su claro apego al partido del MAS, aunque señala a los medios que deja el cargo “con el deber cumplido”.

Gabriel Layme Gonzales, abogadfo. Foto: GLG

Una convicción fuera de los compromisos políticos

Dice que un fiscal ya sea este general, departamental, de materia, debe irradiar confianza en la población, que la tarea que realice debe ser dentro de los procesos judiciales en la resolución de conflictos, “sé que el perfil que nosotros estamos dando de lo que puede ser un profesional ejerciendo el cargo de fiscal es un tanto ideal, pero tampoco es imposible de lograr, necesitamos una fiscal fuera de los compromisos políticos, personales, de amistad”.

Pero, cuestiona, las condiciones en la que se está desarrollando la administración de la justicia, expresa su duda que, entre los postulantes a fiscal, se encuentre una persona que logre llenar ese perfil de compromiso social para con su pueblo en el ejercicio de su función jurisdiccional para un eficiente y eficaz, justo y equitativo ejercicio del derecho.

La injerencia política está en todo ámbito y no desconocemos nosotros el hecho de que las autoridades jurisdiccionales y también las autoridades del Ministerio Público, no salen de esta injerencia y lo único que ellos hacen en el ejercicio de su derecho es responder a los intereses particulares sea político, social, económico y en eso marcos que no siempre son los más adecuados como para realmente lograr que un representante máximo del MP pueda desarrollar su labor en ese sentido”, afirma

Además, añade, un fiscal debe ser un investigador nato para la resolución de casos, y hoy más nunca tiene a su favor el avance tecnológico, un medio alternativo de apoyo a un trabajo más científico en la investigación de casos, que responda a los intereses de la población.

José Luis Jaimes, abogado y comunicador Social. jMeCi imagen

Alta capacidad de desempeño y no tener “cola de paja”

Tiene que ser una persona proba y honesta con merecimientos y logros autónomos, digo autónomos porque se conoce que hay profesionales que tienen certificados falsificados sin haber asistido a cursos o comprados en complicidad con las fotocopiadoras que convierten y manipulan, cambian el nombre, hasta sellos, entonces, un fiscal tiene que ser honesto por merecimientos logrados. Él va a asumir un cargo que defienda a la sociedad”, enfatiza.

Agrega que, para ser fiscal, el postulante tampoco debe tener “cola de paja”, ser una persona que no tenga antecedentes, si las tiene no puede ser fiscal eso no es posible, un tema que debe ser investigado a cada uno de los postulantes.

Está probado y comprobado, que el actual sistema para la elección de un fiscal, de un procurador, tiene muchas falencias, porque los que proceden a hacer la evaluación son los que cometen arbitrariedades a momento de dar el puntaje al postulante. Está demostrado que se inventan una serie de artilugios a fin de colaborar con el postulante ya elegido con anterioridad, se conoce de estos hechos anómalos, por lo que nadie se inventa, inclusive, me animo a decir, que los evaluadores debían ser mejores que los postulantes”, subraya.

Asegura que la política ya ha delegado quien va a ser el nuevo fiscal general, los demás (postulantes) van a caer por algunas cuestiones de requisitos, entonces fácilmente van a ser eliminados, en cambio los que ya son elegidos, a ellos se les va a dar la mayor facilidad para llegar al cargo.

Ricardo Cerezo, abogado y soiólogo. jMeCi imagen

Fiscal, guardián del Estado para increpar incluso al Presidente

Aclara que no se refiere a que un fiscal sea un ángel virginal, no, él tendrá su posición, pero su actuación no puede estar empañada por un encubrimiento de nada que al Estado le lesione.

Explica que cuando se habla de lesión al Estado, se habla de un daño económico, lo que significa que en la historia boliviana casi siempre ha estado presente el mal manejo de los recursos públicos, “y el fiscal por su investidura y por las atribuciones que tiene, de oficio tendría que actuar, el no necesita de una denuncia, porque es el guardián del Estado, de oficio tendría que actuar contra quien sea, trátese el poder ejecutivo, legislativo, incluso contra el poder judicial, por supuesto, sino estaríamos en una disyuntiva de total corrupción, no puede ser”.

Reflexiona que en la categoría del deber ser, en Bolivia el ser es todo lo contrario, el fiscal es un empleado más del poder ejecutivo porque es nombrado por el poder ejecutivo, “aunque no lo designa a dedo, el fiscal es nombrado en el congreso, ahí el poder ejecutivo maniobra, manipula y eligen al que más les conviene, al que no le va a decir nada”.

Asegura que los fiscales que han pasado por ese cargo no hay uno que se salve, todos están embarrados. El mismo mecanismo de elección que se da a nivel nacional también se da a nivel departamental. Es una caja de resonancia, es un repetir.

Entonces las condiciones bajo las cuales es elegido son totalmente negativos. Es una broma de mal gusto, porque la ciudadanía también tiene sus formas de responder a estas barbaridades, el público protesta porque ve todos los días las actuaciones irregulares de los fiscales, van encubriendo más bien los delitos”, puntualiza.

Asegura que los fiscales en Bolivia son unas marionetas, con muchas irregularidades en las cuales el fiscal no dice nada, sus actuaciones de oficio, no funciona, “no esperar que la denuncia llegue a su despacho, nadie le tiene que impulsar, no es un juez, es fiscal, sin embargo, se hace a los opas, y la ciudadanía ve con estupor todas las irregularidades en temas de corrupción y otros delitos y el fiscal bien gracias”.

Entonces, el fiscal tendría que ser una persona proba en su vida profesional, en su vida personal, que no haya estado metido en esas macanas de leguleyos, y como fiscal con el carácter y la decisión, porque se va a convertir en una persona pública, tiene que ser una persona intachable.

Dice, ojalá esta vez se pueda garantizar la elección que deje satisfecha a toda la población que se va a sentir protegida, pero, manifiesta su pesimismo, “en las actuales condiciones la población sale librada a su suerte, nadie dice nada y no es aceptable”.

El tema del fiscal, asegura, no es un tema generacional, pero no puede ser un recién egresado de la universidad, no; el fiscal es un tipo que ha pasado todas las etapas de la jurisprudencia, ha sido seguramente abogado libre, ha sido juez, ha tenido toda una vida dedicada, es la culminación de su vida particular y profesional, valiente, intachable, porque se va a enfrentar a todos los poderes del Estado y los que existen, pero hasta ahora ha obrado mal.

Asimismo, señala que en el legislativo están personas que no tienen absolutamente ninguna preparación, salvo excepciones, son los levanta manos y además están ahí porque de algún modo sus jefes los han puesto y tienen una obediencia ciega, entonces no deliberan, esto va a ser así y listo, hay una obediencia partidaria y ciega que no implica ningún razonamiento.

Pero, añade, obviamente hay poca gente que intenta hacer algo, porque la mayor parte en la votación levantan la mano, “es un desastre, da ganas de llorar, la impotencia es total de ver cómo se obedece la orden del partido, aunque la elección ya está definida antes de la votación, como se dice ya está cocinado, en vano se desgañitan los oradores, amanecen por tiempo y materia, ya todo está cocinado y eso da vergüenza”.

Cerezo no descarta que el fiscal también debe mostrar su capacidad de investigación, eso demuestra su recorrido por todas las facetas del derecho como criminología, civil, penal, familiar, debe ser una autoridad muy versada en el manejo de la tecnología para dirigir una investigación, un conocimiento que nadie puede cuestionar.

Afirma que, si está capacitado para cumplir su función de investigador, eso evidencia que tiene que realizar una investigación de oficio, no solamente en temas de corrupción, sino también de crímenes, trata de personas, narcotráfico, violaciones, porque la sociedad está impregnada de delitos y el fiscal se enfrenta a poderes grandes.

Entonces para aceptar el cargo de fiscal tiene que ser realmente un fuera de serie, ojalá se encuentre que en Bolivia haya un fiscal ante quien la población se saque el sombrero, porque es un verdadero guardián del Estado. Sin duda tiene una labor impresionante sobre sus hombros”, indica.

Juan Lanchipa Ponce, fiscal General. Asegura que deja el cargo “con el deber cumplido“. Foto: RR. SS.

El sociólogo recuerda, un hecho filtrado en la RR.SS. a través de un video del fiscal (Lanchipa) ebrio en un aeropuerto de Lima. “Es una vergüenza, el tipo riéndose borracho, cómo se va a pedir buena conducta a una persona. Lanchipa ha escalado una escalera por su obediencia ciega al MAS, como un premio a la ineficiencia, a la ignorancia, es un desastre”.

Salir de la versión móvil