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martes, julio 2, 2024

Tradición, paganismo y religión católica en el Carnaval de Oruro Obra Maestra de la Humanidad

Después de la pandemia Covid-19, que alejó la grandiosidad de la fiesta pagano-religiosa, por casi tres años (2020-21-22) de las calles, el Carnaval de Oruro 2023 vuelve a brillar en todo su esplendor, mostrando al país y al mundo su mágica tradición digna de ostentar el título de “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad” …

  • El obispo de la Diócesis de Oruro, Cristóbal Bialasik, pronunció, durante la inauguración del Campanario de la Catedral, que “en Oruro, hay diablos que bailan para la Virgen de la Candelaria (del Socavón)”. Sin duda, esta escueta frase abunda de manera directa en la singularidad del Carnaval de Oruro, pero no solo eso, ya que al mismo tiempo resume y define que, el espectáculo de danza, música, disfraces, es una celebración pagano-religiosa, característica que le hizo merecedor del título otorgado por la UNESCO en 2001 como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Esta simbiosis, reflejada en la fe y devoción de miles de bailarines y de todos los pobladores de Oruro a la Virgen de la Candelaria y a la deidad ancestral, volvió a las calles este 2023 para brillar el sábado de peregrinación en su recorrido de más de tres kilómetros hacia el santuario del socavón, llevando al mundo la idiosincrasia y la magia del Carnaval de Oruro, no sólo para el deleite de los espectadores que llegaron a la capital orureña, sino de todo el país y del mundo a través de las RRSS.

Diabladas, incas, morenadas, negritos, caporales, llameradas, tobas, t’inkus, estilizadas, kullaguadas, autóctonos, tarqueadas, phujllay, potolos, kallawayas, doctorcitos, waka tokoris, kantus sartañani, suri sicuri y antawara, danzas que integran los 52 conjuntos afiliados a la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro ACFO, agruparon a hombres y mujeres de todas las edades y sectores sociales, muchos de ellos bailando dentro de los hermosos y coloridos disfraces de diablos, morenos y los encantadores osos, que se muestran como verdaderas obras de arte trabajado por bordadores, careteros, obreros artesanos de la aguja y el hilo en sus talleres de la calle La Paz.

La cofradía religiosa a la cabeza del obispo de la Diócesis de Oruro, Cristóbal Bialasik, empieza con la peregrinación al Santuario del Socavón. jMeCi imagen

En el recorrido no sólo los bailarines revelaron toda su capacidad dancística, también las bandas de música ataviados en vistosos y exclusivos trajes, fueron ese otro espectáculo, donde los platilleros, bomberos y tamboreros iban llevando el compás de los trompetistas, trombonistas, clarineros, saxofonistas. Ellos fueron los verdaderos animadores incansables de la melodía que producían, contagiando y animando al espectador a que baile en las graderías.

Convites y veladas

De acuerdo a una cronología, la festividad del Carnaval de Oruro realizada, como muchos medios internacionales califican en la mítica urbe orureña, se inicia con el Primer Convite, una ceremonia danzada que se verifica el primer domingo después de Todo Santos, peregrinaje en la que participan unos 52 grupos folklóricos ataviados en sus trajes de ensayo. Según Estanislao Aquino Aramayo, en su libro La fiesta de la Virgen del Socavón, dice: “Los devotos danzantes, inician el periodo de ensayos (…) en el mes de noviembre con el primer convite que concluye, el domingo anterior a la fiesta, con el segundo convite…

El mundo mítico del Carnaval de Oruro y su patrona la Virgen del Socavón. jMeCi imagen

Así, los sones carnavaleros, a partir del convite naciente, seguido de veladas sabatinas a la Virgen (ceremonias en las sedes de cada conjunto), los eufóricos recorridos dominicales, el calvario, las ferias artesanales, el festival de bandas (un nuevo espectáculo que hace más atrayente a la fiesta carnavalera), el segundo convite y la anata andina (una fiesta ancestral de agradecimiento a la pachamama), son eventos culturales que anuncian la fastuosa peregrinación hacia el templo del socavón de miles de danzarines del Carnaval de Oruro.

Carnaval de las élites Vs carnaval del pueblo

El nacimiento de este maravilloso evento cultural que, en 2001 logra ser declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, está lleno de historias y leyendas ocurridas casi a principios del pasado siglo cuya simbiosis logra elevar el espectáculo de música y danza (considerado como un ballet callejero) a niveles extraordinarios, mucho más cuando se habla de un carnaval que rinde reverencia a la Virgen del Socavón y al tío de mina, pero que a principios del siglo pasado había una clara división de manifestación carnavalera de un grupo social considerado como alta y otra que practicaba el pueblo. 

El escritor y abogado, además ex presidente de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro ACFO, Walter Zambrana Balladares, en su libro “Ficciones y Realidades del Carnaval de Oruro”, habla de dos carnavales, un “carnaval de las élites”, una actividad festiva que se realizaba durante el pasado siglo (entre los años 20 y 39) cuyas comparsas (los improvisados, farándula roja, los karaks, junio audaz y otras, registrada por el matutino La Patria de entonces) utilizaban las principales arterias de la ciudad para bailar en carnavales, cuya protección y monopolio de las calles recibían de las autoridades políticas y administrativas de la época.

Bailarines llegan de rodillas a los pies del Virgen del Socavón. jMeCi imagen

El otro carnaval que era manifestado por el pueblo en la misma época, era visto como un acto pernicioso peligro que las élites procuraban su extinción. El libro de Zambrana, dice: “se prohibieron verdaderamente estas prácticas, desdeñándolas, se prohibía el ingreso de los danzarines al centro de la ciudad, así como la plaza principal. (…) Una de las formas de estrangulación a las prácticas folklóricas era el cobro de fuertes sumas de dinero por impuesto a la chicha y a la roseta a cada danzarín, con el objetivo de ahuyentar estas prácticas

Tras la contienda bélica de la Guerra del Chaco, la fiesta popular del carnaval se vio enriquecida con la conformación de grupos de danzarines como la Diablada Auténtica fundada por los matarifes (dedicados a la actividad del comercio de carne), aunque la danza de los diablos, ligada a la pleitesía al dios de Huari o el Tiw ya existía en Oruro, manifestación que se mantiene y transforma y al no poder desarraigarla con la llegada de los españoles, es adaptada al rito católico (según el libro de Zambrana).

La UNESCO proclama al Carnaval de Oruro como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. jMeCi imagen

Un bien cultural declarado como Patrimonio de la Humanidad

El Carnaval de Oruro, hoy, desde hace 22 años convertido en una referencia nacional-internacional, gracias al título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad declarado por la UNESCO, conlleva varias responsabilidades, acciones que tienden a fortalecer, conservar, proteger y promocionar la cultura tradicional y popular, además de la transmisión de conocimientos y estudio de la región como parte vital de la expresión cultural.

En el Plan Decenal de Desarrollo Cultural del Patrimonio de Oruro, que aún está vigente por ser un proceso que comprende aspectos económicos, sociales, políticos y culturales, que permite identificar cuál debe ser la responsabilidad de las instituciones de elaborar estrategias que permitan hacer frente a la pérdida de valores culturales, al plagio, saqueo y usurpación de la riqueza cultural; como: la ACFO, Alcaldía Municipal, Comité Departamental de Etnografía y Folklore, Gobierno Departamental y el Estado a través del Ministerio de Culturas.

El libro “Del Folklore a la Identidad”, de Eduardo Barrios Íñiguez, dice:

  • Preservar, proteger y fortalecer las expresiones culturales. El diagnóstico muestra que el Carnaval de Oruro, como proceso creativo original sufre modificaciones que podría provocar la pérdida de su identidad. La ausencia de normas y disposiciones de protección amplifica estas modificaciones en los aspectos económicos, sociales y culturales
  • Así mismo, el Carnaval de Oruro debe mejorar la calidad de vida de la región. La actividad comercial durante los días del carnaval es de gran importancia por generar un alivio en la población, pero que no debe generar caos y sentimientos de expectativa fallidas, por lo que se hace imperiosa la puesta en marcha de políticas y planes que busquen un impacto económico multiplicador
  • Dimensión nacional e internacional. El Carnaval de Oruro es una referencia nacional por su significado en costumbres y tradiciones que tiene una importante influencia en la región andina de américa, por lo tanto, genera un atractivo que pone de relieve la producción artística de todo el país y, como expresión tradicional viva, proyecta prestigio en el ámbito mundial

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