Nuevo proyecto hospitalario San Juan de Dios debe integrarse al valor patrimonial

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  • La ciudad de Oruro, fundada el 1 de noviembre de 1606, fue una de las urbes más privilegiadas con la construcción de edificios en la zona central, que a la larga se han constituido en valores patrimoniales arquitectónicos, preservados por dos leyes: una nacional (N° 530) y otra municipal (N° 041). Uno de esos edificios patrimoniales es el Hospital General “San Juan de Dios”, cuyo frontis patrimonial es reemplazado con La construcción de ambientes de dos plantas que hoy se encuentran a punto de caer.  

Esta reconstrucción que albergó varias especialidades médicas, a la fecha se encuentra totalmente deteriorada a punto de derrumbarse, por lo que fue el propio gobernador de Oruro, Johnny Vedia, que recomienda demoler todo porque amenaza un riesgo para el personal que trabaja al interior y para las personas que circulan alrededor del frontis de este nosocomio, puesto que es una avenida principal de circulación.

“Analizando el aspecto técnico en que se encuentra el Hospital General San Juan de Dios, desde hace bastante tiempo se ha ido planificando para ver cómo sigue la conducta con este inmueble que está en malas condiciones, puesto que pone en riesgo al personal que trabaja al interior y a las personas que circulan alrededor del frontis de este hospital, puesto que es una avenida principal de circulación”, afirma a Fondo Negro, el director de este centro de salud, Israel Ramírez.

Historia de un edificio atípico

Según el arquitecto Boris Medina, el Hospital General, fue construido aproximadamente en 1917 y está catalogado como patrimonio en su integridad, no sólo la fachada sino todo el inmueble porque tiene una tipología hospitalaria de la segunda década del Siglo XX. “A estas alturas ya hubiese cumplido más de 100 años. La tipología en que se han emplazado los bloques fue adoptada de los hospitales de Europa de ese año, la fachada tenía un estilo neoclásico de la época, pero con características de composición del renacimiento, un neoclásico renacentista”, revela.

Agrega que el ingreso de acceso al hospital también tenía un diseño muy atípico, muy especial, “hubiera sido el único en Oruro. Felizmente quedan imágenes y fotografías con ese tipo de diseño, que eran las gradas que subían a la planta baja del hospital porque estaba en desnivel. Este acceso, las originales de piedra aún se mantiene, que estaban cubiertas con una especie de cúpula con cuatro columnas al centro, un diseño muy interesante que no se ha visto otro de ese tipo en toda la ciudad”.

El Hospital General San Juan de Dios, fachada estilo neoclásico, construido en 1917. Foto: gentileza B. Medina

Medina lamenta que se haya destruido toda la fachada a mediados del siglo pasado, para hacer una ampliación con un segundo piso donde, con seguridad, se ha utilizado hormigón armado, quitando toda la ornamentación que tenía la fachada original que ya no parece histórica ni patrimonial y está a punto de colapsar por el peso de la segunda planta que, ha sobrecargado los muros que tenía la planta baja a donde se suma el peso de una carga viva que es la circulación de personas.

Lo que no se ha perdido, dice Medina, es el valor patrimonial del emplazamiento original del hospital, como son los bloques interiores que responden a un emplazamiento de una tipología hospitalaria europea de principios del siglo XX, “eso debería mantenerse con una evaluación de su estado de construcción y si no está en buen estado hacer un proyecto de restauración y mantener esa tipología, aunque las nuevas construcciones realizadas han mutilado parte de esos bloques originales”.

Señala que es importante tener espacios para la salud en Oruro, pero estas nuevas construcciones se han hecho sin criterio de conservación de patrimonio. Asegura que no es prohibido edificar algo nuevo en un lugar cercano de lugares patrimoniales, pero se debe aplicar la teoría de conservación de patrimonio arquitectónico con proyectos que deben integrarse sin afectar al valor patrimonial afectar físicamente, visualmente, culturalmente, simbólicamente y semiológicamente, “sin embargo todo eso se ha afectado en el hospital general”, comenta.

Integrar al valor patrimonial

Reconoce que ya está proyectada la demolición del bloque delantero, pero, el nuevo proyecto de construcción moderna debe integrarse al valor patrimonial interior tal como señala la UNESCO y la Ley 530 del Patrimonio Cultural Boliviano y la municipal Ley 041 que preserva el patrimonio.

Afirma que hay pocos especialistas de patrimonio, por eso se destruye un valor arquitectónico y no se respeta la norma universal y nacional, “lamentablemente en algún momento el propio municipio de Oruro es cómplice de derrumbes al autorizar desde las oficinas que corresponden, la demolición y construcción de otro tipo de equipamientos y también de viviendas residenciales”, asegura.

Mantener las gradas de piedra y los árboles

Medina, refiere que las gradas actuales que son de piedra, que conducía a la planta baja construida a desnivel, sí, pueden mantenerse como testigo de lo que fue un hospital, inclusive darle una funcionalidad restaurando con especialistas y mantener como un monumento que tenga una significación cultural, porque es arquitectura pura y no separar de la arquitectura moderna. “Sería un crimen patrimonial que desaparezca con la demolición del frontis”, advierte.

Gradas de piedra, testigo de lo que fue arquitectura pura. Foto: jMeCi

Y qué se hace con los árboles, pregunta Fondo Negro. Tengo entendido, responde el arquitecto, que se ha creado una comisión especializada para evaluar el tema de los árboles, que se encuentran en buen estado y son añejos, que hay tanto afuera como en el interior del Hospital General.

Recuerda que la Ley 1333 del medio ambiente, prohíbe el talado de los árboles en ámbitos urbanos, añade que, además hay una norma internacional que se aplica en Bolivia dictada por la OMS, que dice: “que todo asentamiento humano en un municipio, debía tener un árbol por cada 3 habitantes. En Oruro el número de habitantes es de aproximadamente unos 300 mil, entonces tiene que haber 100 mil árboles”.

Los árboles, el nuevo paradigma en el diseño de hospitales Foto: jMeCi

Sin embargo, manifiesta, estudios realizados en 2021 a través de la Agencia de Desarrollo Urbano, que se denomina “ONU Hábitat” que pertenece a Naciones Unidas, concluye que en Oruro hay un déficit y que sólo se tiene el 40% de lo que dice la norma, lo que significa que en Oruro hay 40.000 árboles y eso es un déficit.

Nuevo paradigma de diseño de hospitales

“Siendo el árbol y las áreas verdes elementos principales para mantener la salud de la población, porque generan oxígeno, la primera recomendación es generar mayor área verde, tal como surge el nuevo paradigma de diseño de hospitales, que no sólo tiene un carácter medio ambiental, sino también psicológico, porque ayuda a sanarse a la gente de las enfermedades”, reconoce.

Advierte que, si se corta los árboles que existen afuera como adentro del Hospital General, se va afectar a una tipología arquitectónica de salud propia del siglo XXI, donde debe estar inmerso el área verde y la vegetación, una información científica que debería ser de conocimiento del director del Hospital General y no talar ni trasladar a otro lugar los árboles, “entonces sería irracional hasta ignorante el hecho de que se quiera sacar la vegetación existente, todo para justificar una demolición más cómoda”, declara.

Permanentes reuniones

Aunque la demolición del frontis del Hospital General debía realizarse la primera semana de agosto, a la fecha aún no se toman decisiones, sin embargo, por recomendación del gobernador de Oruro, Johnny Vedia, se han planificado tres tareas: 1. trasladar los ambientes, que aún funcionan como consultorios, y seguir prestando la atención médica. 2. tomar decisiones sobre el tratamiento de los árboles que se encuentran en el frontis. 3. concluir con la demolición del frontis.

“Este trabajo va a ser muy grande, puesto que no es tan fácil, porque no es demoler como cualquier otra vivienda, no, es un patrimonio del Estado que tiene algunas connotaciones”, asevera el director del Hospital General San Juan de Dios, Israel Ramírez.

Preparan demolición del frontis del Hospital General. Foto: jMeCi

Informa que su autoridad y personeros de varias instituciones, se encuentra en permanentes reuniones, como ser con autoridades de forestación del municipio, con el equipo técnico para analizar la parte legal y no incurrir en incumplimiento de deberes.

Explica que ya se ha revisado el tema arquitectónico y se tiene la documentación, que fundamenta que el frontis del Hospital General no es un patrimonio arquitectónico, “fue hasta antes de la década del 80, pero como ha sido modificado estos ambientes, no tiene características para ser patrimonio, nos hemos munido de mucha documentación al respecto y se puede decir que el actual predio, no es un patrimonio arquitectónico. La parte legal trabaja para certificar mucho más profundamente al respecto”, insiste.

El jefe médico Ramírez, dice que como orureños se tiene que aspirar a una cosa, que el Hospital General vaya a solucionar los problemas de salud, preferentemente con servicios de primero, segundo, tercero o cuarto nivel, que beneficie a la ciudadanía y al departamento.

Señala que no desea ser irresponsable como médico, aunque hay varios proyectos de salud, pero que por ahora lo primero es demoler luego vendrán las propuestas y buscar el financiamiento, a tiempo de indicar que oportunamente se comunicará a la ciudadanía sobre el nuevo hospital y de los ambientes a construirse tras la demolición.    

Sobre la permanencia o no de los árboles que se encuentran en el frontis, remarca que el tema está siendo tratado por especialistas que definirán si se traslada o no a otro lugar.

Los árboles del Hospital General San Juan de Dios, son patrimonio de Oruro. Foto: jMeCi

Árboles patrimonio de Oruro

En torno al tema de los árboles y las áreas verdes que se encuentran en el frontis, el jefe de la Unidad de Forestación del Municipio, William Martínez Vásquez, señala que, según la Ley del Árbol, “la infraestructura se tiene que habituar al árbol, no el árbol a la infraestructura”, porque los pinos-ciprés, que es la especie que hay en el frontis, son añejos centenarios.

William Martínez Vásquez, jefe de Forestación GAMO. Foto: jMeCi

“Tal vez se pueda hacer una poda para adecuar a la infraestructura, pero el retiro de estas especies pinos-ciprés es imposible, es muy difícil hacer un trasplante o traslado de esa magnitud de árboles frondosos que tienen un grosor considerable de corteza, que deben estar llegando al centenario. Estos árboles son patrimonio de Oruro”, afirma.

Apunta que las autoridades, algunas de ellas piensan que es fácil retirar un árbol, “esa tarea no es fácil porque es toda una ciencia y un trabajo arduo, además se requiere mucha tecnología y en Oruro no existe esa tecnología para hacer una buena reubicación de árboles, entonces es mejor que se entienda que debe aplicarse otras alternativas”, agrega.

Martínez, asevera que los árboles que se encuentran en el frontis del Hospital General, son los primeros que se han plantado en Oruro y por eso deben ser preservados porque son vida, oxígeno y belleza que, combaten el aire contaminado, “vamos a estar hasta el último instante para que se modifiquen los planos y que la infraestructura se adecue a los árboles, y vamos a remitir un informe a las autoridades del hospital detallando la especie, tiempo de vida y cómo se debe manejar los árboles y las áreas verdes, tanto de afuera como del interior de este nosocomio”, declara.