Nuevas generaciones padecerán de miopía por el excesivo uso del celular

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El especialista en el área de Salud Visual del Hospital General San Juan de Dios Oruro, Marco Antonio Mareño, advierte que de acuerdo a proyecciones se calcula que hasta 2030 el 80% de las personas, en su mayoría niñas, niños, adolescentes y jóvenes padecerán de miopía y otras afecciones oculares a causa del excesivo uso del teléfono celular, tendencia que fue acentuada durante la pandemia y las clases virtuales, “ocho de cada 10 personas van a necesitar usar lentes”, asevera el especialista visual.

No descarta que el celular produce distintos tipos de daños a distintos niveles (físicos y mentales), pero tocando la salud ocular el uso en exceso del teléfono móvil ocasiona un grave riesgo porque la visión se enfoca en un punto próximo de menos de 50 centímetros ya que, de acuerdo a estudios, nadie toma el celular a esta distancia, todos agarran a 20, 30 centímetros o menos, lo que genera que los mecanismos de acomodación del ojo, enfocan la visión en un punto próximo.

Explica que la visión humana está diseñada para ver de lejos y este mecanismo es mucho efectivo cuando los músculos de los ojos están relajados porque se encargan de la acomodación propiamente y permite distinguir con facilidad objetos que se encuentran a gran distancia, y se sabe que, si un músculo trabaja en exceso y se mantiene en un punto próximo se pierde la capacidad de ver de lejos y mejorar la capacidad de ver de cerca, “ese es el daño que produce el celular, que es un mecanismo que se conoce como miopización. El miope no ve bien de lejos y ve bien de cerca”, afirma.

“Esto significa, que la persona que abusa del celular pierde la visión lejana y mejora la visión próxima, esto ocasiona que cada vez el punto de visión próxima tenga que acercarse más y más hacia la cara, y si podemos ver a la gente en la calle, hay personas que prácticamente están tocando el celular con la punta de la nariz ya no con los dedos”,

La sequedad del ojo

El especialista menciona otro riesgo producido por el uso en exceso del celular, referido a la sequedad de los ojos, cuya causa es cuando una persona fija la visión en un objeto, un dispositivo visual, una pantalla, una tableta, un celular, disminuye el parpadeo, hecho que ya fue comprobado con estudios electro miográficos.

Asegura que una persona normal parpadea 10 veces en un minuto, sin embargo, cuando está con el celular el parpadeo se reduce un séptimo, ya no parpadea 10 veces sino entre dos y tres veces, lo que produce que el ojo se seca, la concentración es alta en lo que se está viendo y se inhiben algunas funciones como el hambre, el sueño, las necesidades fisiológicas y tampoco siente ardor en los ojos ni el daño por el re secamiento de la córnea que se está produciendo, necesidades que vuelven cuando deja esta actividad y los ojos se encuentran enrojecidos y arden, que mejoran con lágrimas artificiales antes, durante y después del uso del celular.

El teléfono móvil inteligente es considerado en los EEUU como un dispositivo adictivo. Foto: jMeCi

El celular ¿una droga?

El experto recuerda que el uso del celular ya está clasificado por el Manual de Diagnósticos Mentales de Estados Unidos como DSM5, como un mecanismo adictivo, clasificación que fue realizada en base a estudios, en el que se nota la dependencia de las personas al uso y abuso del celular, principalmente en niños y jóvenes, “hasta se han escuchado noticias de personas que se han suicidado por haberles quitado el celular o la internet, entonces el celular se comporta como una droga, y la eliminación o la suspensión del uso de esta droga produce un estado de reacción”, asevera.

Mareño, no escatima en formular una recomendación a los padres de familia y dice que, no se trata de no darles un celular a los hijos, sino que se trata de enseñar el uso del celular para cosas buenas, y  como decía Einstein…el momento en que la tecnología sobrepase la humanidad vamos a tener una generación de idiotas…”es triste mencionar estas cosas, pero hay que hacerlo, porque los niños y jóvenes en este momento, saben manejar bien el celular, hablan bien de las redes sociales, del Facebook, del tik tok, pero no tienen conocimiento de otras cosas, que son más beneficiosas para su formación”, señala.

Una segunda recomendación que efectúa el especialista es que, tras estar 50 minutos frente al celular, la persona debe realizar una especie de ejercicio de aproximadamente 10 minutos, tarea que consiste en ver objetos lejanos tratando de detallar cosas a distancia.

Dentro de su experiencia médica, habla de niños que llegaron a una consulta con temblores de la acomodación visual, lo que significa que veían bien de cerca, pero con problemas visuales para ver de lejos, hecho que no permitió realizar un examen oftalmológico para la medición de lentes, agrega que, para una consulta médica visual, el niño o joven debe soltar por lo menos unas 48 horas el celular, así los músculos se relajan y la medición de lentes es la más óptima.

Estudios de especialista visual orureño coinciden con estudios de expertos extranjeros. Foto: jMeCi

Miopía mundial

Según un Estudio de la Visión en España 2022 elaborado por la Clínica Baviera, desde 2020 hubo un aumento en 10% de casos de miopía en los jóvenes y estima que la mitad de la población mundial sea miope en pocos años.

Advierte además que la miopía es otra de las pandemias que los expertos señalan. Al referirse a las causas coinciden con el especialista Marco Antonio Mareño, que el uso de dispositivos electrónicos, la lectura con poca iluminación y malos hábitos de lectura y aplauden a los niños que pasan al menos dos horas al aire libre, con luz solar y mirando de lejos, que tienen menos probabilidades de desarrollar miopía.

En tanto el médico Luis Montiel, publica en Prensa Libre (Guatemala) que la pérdida de visión será la próxima pandemia, ya que es impresionante la cantidad de niños que ya presentan problemas visuales por el uso excesivo de pantallas.

Asegura que se ha convertido, en pura normalidad, el uso de teléfonos móviles inteligentes, computadoras, tabletas y otros dispositivos con pantallas de gran definición y brillo, y frente a estos dispositivos el esfuerzo visual recae sobre la retina, haciendo que las células foto-receptoras (conos y bastones) disminuyan su vida útil.

De este modo, se pierde visión periférica y de profundidad, y se daña el campo visual. Además, también pueden producirse problemas en la hidratación del ojo y otros males como las queratosis, conjuntivitis, aceleración de algunos tipos de glaucoma y el aumento en los grados de miopía, con una evolución más rápida que antes.