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“Manuel Camacho”, el boliviano más grande del mundo 

El gigante Camacho, nacido en Cochabamba. Foto: gentileza A. Beramendi

Fue el propio escritor que dice que su obra “Nostalgias de un gigante boliviano”, es una historia que trasciende fronteras y se convierte en una referencia universal sobre la aceptación de la diversidad y la búsqueda de la felicidad, pero al mismo tiempo la obra busca el respeto y la tolerancia hacia aquellos que son diferentes a lo que la sociedad considera “normal”.

Beramendi habla de las entrevistas que realizó a los hijos de Camacho antes de que ellos herrumbren hacia la eternidad, ya que, a la muerte del gigante, los hijos Walter y Valentina quedaron huérfanos de muy corta edad y, del acceso que tuvo a documentos para enriquecer las páginas de su novela.

En un mundo tan dividido y agresivo con quien no se amolda a nuestros conceptos es importante aceptar la diversidad. El gigante boliviano usó esas características únicas para construir un proyecto de vida”, afirma el sacerdote, al momento de presenta su obra en la sala de prensa del Obispado de Oruro, el viernes 14 de julio.

Ariel Beramendi, autor de la novela “Nostalgias de una gigante boliviano”. jMeCi imagen

Novela histórica

El escritor y sacerdote, recuerda que su obra sobre el Gigante Camacho, nace de las historias que su abuela le contaba cuando él aún era un niño, narraciones sobre un gigante k’ochalo que levantaba burros en las ferias de las provincias de la llajta, “ahí nace mi curiosidad que con el paso del tiempo ha ido madurando y mucho más con las lecturas de periódicos sobre las proezas de este hombre”, comenta.

Asegura que la historia de su autoría “Nostalgias de un gigante boliviano” es una novela y no un ensayo histórico, que ha recurrido a las licencias literarias para convertir la obra en una lectura amena de modo que el lector encuentre una narrativa que va al pasado y vuelve al presente en el tiempo.

Por ejemplo, según mis investigaciones de los rastros que dejó Camacho; cuando un circo, en el que el gigante boliviano, formaba parte de él, llegaba a una ciudad argentina o brasilera, se hacía propaganda a través de radios y periódicos locales, sobre el espectáculo de un gigante y unos enanos”, cuenta.

Beramendi relata que tuvo que viajar a la Argentina para tomar contacto con los hijos del gigante Camacho (Walter y Valentina) quienes contaron historias que le llegaron a lo profundo de su alma, que fueron testimonios claves para contar la historia de vida de este personaje nacido en Cochabamba, quien se enfrenta desde su niñez a la diferencia física que mostraba ante la sociedad, situación que le transformó en una persona introvertida que le empujaron a enfrentar adversidades, pero que construye una familia.

El periodista y escritor, cuenta que en su investigación descubrió que la esposa del gigante, Vicenta Gamboa, fue clave en la vida de Manuel que le prodigó todo su apoyo, pero a la muerte del gigante, ella de 38 años quedó sola junto a sus hijos en un país extraño.

Otro descubrimiento que hizo, el sacerdote Beramendi, fue que Camacho soñaba con volver a la tierra donde nació, a Cochabamba y, terminar sus días junto a su familia en la llajta, que nunca pudo hacer realidad esa ilusión, “tras la muerte de ‘Camachito’ o ‘Manuelito’, como le llamaban por su elevada estatura, se tejieron relatos costumbristas, pero tal como reza el certificado de defunción, el gigante está sepultado en el cementerio de Chacarita en Buenos aires”, rememora.

Beramendi, señala que Walter Camacho, uno de los hijos del Gigante, falleció en agosto de este año en Buenos Aires, pero felizmente la obra “Nostalgias de un gigante boliviano”, que se terminó en julio de 2022, fue de conocimiento de Walter y toda la familia Camacho, quienes en agradecimiento al trabajo le adoptaron como a un sobrino y el escritor les llama tíos.

La historia de vida del gigante Camachito o Manuelito. jMeCi imagen

El boliviano “Gigante Camacho”

Ariel Beramendi

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