- La sequía en el Departamento de Oruro aún no es fulminante ni enérgico, los efectos de la sequedad apenas alcanzan a un 30%. Las bajas temperaturas ayudaron a que el sol no termine secando el agua potable, las vigiñas, abrevaderos, canales de agua, tierras de sembradío, aunque, en los últimos días los pobladores ya han empezado a sentir el calor por la subida de la temperatura y se teme, sino llueve, que lo peor de la sequía llegará en los meses de octubre y noviembre.
Olson Paravicini Figueredo, secretario Departamental de Medio Ambiente, Agua y Madre Tierra de la Gobernación, reconoce que la sequía en Oruro es evidente y que ya se vislumbran los efectos, pero, de acuerdo a datos y al trabajo de campo realizado, todavía no es contundente y fuerte, y a esto han ayudado las bajas temperaturas de los últimos días de invierno que se vive en el altiplano, atenuando el ataque del cambio climático.
“Las temperaturas mínimas que es de 3°C y una máxima de 20°C y 21°C, va a empezar a subir y se prevé que alcanzará entre 23°C y 24°C. Eso va a evaporar la poca agua que todavía se tiene, ahí vamos a tener mayores dificultades y serios problemas por la falta de agua”, afirma.
29 gobiernos municipales
- Paravicini, indica que, a causa de los efectos de la sequía, en Oruro 29 gobiernos municipales ya han sido atendidos con la dotación de agua trasladados desde la ciudad capital en cisternas, y de este grupo, 25 municipios ya cuentan con declaratoria de desastre.
Agrega, que en los 29 gobiernos municipales se contabilizan más de 735 comunidades y 34 mil familias que está sufriendo la falta de agua, situación que puede ir sumando y agravando con la falta de agua para las tierras de sembradío y los animales.
“Hemos trasladado 10.000 y 15.000 litros de agua en cisternas a estos municipios, al momento ya hemos realizado 71 viajes, vamos a seguir con esta tarea porque cumplimos un programa de manejo, vamos a ver si podemos contratar más cisternas o en su caso solicitar otras cisternas del nivel nacional”, apunta.
Revela que el agua que se traslada a las provincias es del Servicio Local de Acueductos y Alcantarillado SeLa Oruro y de diferentes fuentes, pero, que las aguas de fuentes antes son analizadas para ver si garantizan su calidad.
Recuerda que la mayor demanda de agua es para los animales y la agropecuaria. “Estamos trabajando en esa demanda, junto con los brazos operativos del Ministerio de Sistemas de Riego para tratar de garantizar la producción de esta gestión y la seguridad alimentaria”, puntualiza.
Al ser consultado sobre el presupuesto que se maneja en la ejecución del plan de contingencia, Paravicini, menciona que es de Bs 9M y que ya se ha gastado casi todo, pero también se cuenta con otros Bs 18M para la compra de cisternas, “una vez que se acabe estos recursos se prepara la declaratoria de desastre del departamento, para que la atención sea desde el nivel de ministerios”, advierte.
“Estamos convencidos de que, si no llueve, la cúspide del desastre será en los meses de octubre y noviembre, ahí se darán los mayores problemas por la falta de agua para el consumo humano, consumo animal y sembradíos”, asegura.
Anuncia que la gobernación de Oruro, viene planificando estrategias y planes de contingencia para enfrentar esta amenaza, temas que serán analizadas en la Cumbre Departamental del Agua, evento que estudiará la efectividad, además de fortalezas y debilidades.
Cinco meses aplicando un plan de contingencia
- Al referirse a la aplicación de un Plan de Contingencia, la autoridad señala que fue ejecutado desde hace cinco meses, “desde mayo, junio, julio, agosto y septiembre, hemos estado aplicando un plan de contingencias de 14 actividades, ahora en la Cumbre Departamental del Agua, se tiene que actualizar este plan”, indica.
Añade que también la Universidad Técnica de Oruro UTO, organiza un seminario en la que se tomarán decisiones técnico-científicas, resultados que se integrarán a un análisis social para actualizar el plan de contingencia.