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La icónica t’anta wawa en la fiesta de los difuntos ¿Dónde y cómo nace?

Las t'anta wawas, una de las principales ofrendas de Todos los Santos o Fiesta de los difuntos. jMeCi imagen

El libro de Bartolomé Arzans Orsua y Vela, “Historia de la Villa Imperial”, publicado en un artículo de CDR Bolivia Al AIRE, relata que a fines del siglo XVI y principios del XVII, una peste mata a una gran cantidad de niños en Potosí, causando penares no sólo en la población española de la Villa Imperial sino también de nativos.

Y fueron las mujeres que, al sentir la falta de sus niños pequeños, querían recordar a sus difuntos, y proceden a elaborar masitas en forma de sus “bebés”, a la típica costumbre de la mujer indígena de estas tierras, que envuelve a sus hijos los primeros meses de vida.

Ya para esas fechas que se celebraba ‘Todos los Santos’ con masitas y vino en las mesas que arma la viuda de un trabajador minero, de Potosí en la época colonial”, narra CDR.

¿Podría ser que el libro de Bartolomé Arzans, que revela datos históricos de Potosí y habla sobre el origen de las t’anta wawas?

El periodista Wilson García Mérida, escribe que, dentro de la tradicional costumbre de Todos los Santos, se destaca la «t’anta wawa» (que en quechua significa «niño de pan»), una de las ofrendas más bellas y dulces que se le puede hacer al difunto, sobre todo si es un niño o una niña.

Señala que la t’anta wawa, aunque no se sabe cuándo surgió en su versión actual, se extendió se más allá, porque ya no solo es una ofrenda al niño o niña fallecida, sino a todo familiar querido que falleció, incluso es consumido por toda la familia: niños, adultos y ancianos, y por supuesto, uno de los más ricos está reservado para el fallecido.

Las masitas o fruta seca, son ofrendas que se comparte con los difuntos. jMeCi imagen

Nada escrito sobre el origen de la t’anta wawa

Dice que no hay nada escrito sobre el origen de esta ofrenda y que solamente las familias han ido reproduciendo de generación en generación y, obviamente no hay una relación histórica clara, pero se puede suponer algunas apreciaciones o acercamientos, tal que la t’anta wawa representa al difunto, juntamente con otras ofrendas elaboradas de masa como: el sol, la luna, una escalera, la llamita, el burrito y otros que son estrictamente decorativos.

Obviamente este proceso no amerita un autor específico porque no lo vamos a encontrar, pero tiene que ver con el fenómeno de la convivencia, de compartir, porque una vez que se levanta la mesa, todo lo que está sobre ella, las cañahuecas, la fruta, las golosinas, las masitas, la comida que se va a compartir, todo, entre ellos la t’anta wawa, se reparte entre los ocasionales visitantes que han ido a levantar la mesa o la tumba”, asegura.

Las oraciones que se rezan por el difunto, se paga con t’anta wawas y otras ofrendas. jMeCi imagen

Sin embargo, comenta, que la ofrenda t’anta wawa, es posible que haya venido de España, porque allá se hace la misma relación, pero no con ese nombre, se levantan también mesas en algunos casos, se hacen buñuelos, pasteles, “entonces, es posible que los españoles hayan traído ese proceso para compartir y se le ha dado una personalidad, porque entes de que llegaran los españoles, el proceso era simplemente compartir lo que teníamos con el difunto, sacándolo del sepulcro o chullpar[O1, y compartir el alimento”, añade.

Cazorla igualmente refiere que las “masitas” que adornan las mesas o altares que se erigen en el día de los difuntos, en algunos centros mineros, se conocen con el nombre de “fruta seca”, “a falta de fruta que sólo se consumía en Corpus Cristi durante la colonia, algunas masas se preparaban con algo de dulce para que simule que se come fruta seca, especialmente en algunos lugares aislados de los valles”, señala.

Todos los Santos o Santos difuntos

En ese tiempo las actividades de los Santos Difuntos no estaban tan difundidas como ahora, que era más un elemento rural, un elemento de que no estaba tanto inmerso en las Villas, recién a partir de la migración, a partir de los trabajos que se han hecho en las minas, se ha ido irradiando hasta el contexto urbano de las villas en la colonia, en las ciudades, en el contexto republicano”, explica.

Entonces, afirma, en esa situación la fiesta y la celebración de los difuntos comienza al medio día del 1 de noviembre y termina al medio día del 2 de este mismo mes y, al mismo tiempo desde el mediodía del 1de noviembre se celebra, no solamente Todos los Santos sino también a los Santos Difuntos.

Ahí viene la confusión de que, nosotros estamos celebrando la fiesta de Todos los Santos, cuando en realidad estamos haciendo la celebración de los Santos Difuntos que es completamente diferente”, asegura.


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