- Oruro, se constituye en un importante referente, a nivel nacional, en formación profesional técnica que cumplen 17 institutos superiores técnico-tecnológicos, distribuidos en el área urbano y provincial, cuyos centros de formación y capacitación han mostrado toda su eficiencia competitiva de carreras académicas a la Federación de Empresarios Privados de Oruro FEPO, en una feria a la inversa desarrollada en el Hall de la gobernación, con ofertas empresariales que abren espacios de práctica laboral de jóvenes estudiantes a punto de terminar la carrera técnica.
Sin duda, los institutos tecnológicos no universitarias, tanto en la ciudad capital y las provincias del Departamento de Oruro, forman parte de un abanico de alternativas de formación profesional para los miles de hombres y mujeres bachilleres que egresan cada año de secundarias privadas y públicas, pero, no sólo eso, sino que también garantizan una formación técnica competitiva en tres años de estudio en áreas como ser: industria de alimentos, enfermería, sistemas de comunicación, química industrial, construcción civil, agroindustrial, mecánica industrial, y otras.
Los centros de formación técnica de Oruro, también se convierten en territorios de formación profesional confiable para Las nuevas generaciones, gracias a la Cooperación Suiza en Bolivia, que apoya la gestión institucional, con el desembolso de un millón y medio de dólares en capacitación técnico-pedagógica, actualización de docentes, equipamiento y otras áreas, impulsados en tres institutos tecnológicos de Oruro, conocimientos que comparten con el resto de los establecimientos educativos técnicos.
El responsable Nacional de Monitoreo, Evaluación y Gestión del Conocimiento del Proyecto, Formación Técnica Profesional, Julio César Suárez, dice: “la Feria a la Inversa-Empresarial, es parte de tres proyectos que apoyamos a tres institutos, pero el resto de los institutos, comparten con los conocimientos concedidos en los proyectos”.
Uno de los proyectos que comparten los 17 institutos, es el llamado intermediación laboral, considerada importante porque se instala una oficina con este nombre que permite hacer seguimiento a un egresado a la hora de salir al mercado laboral y lograr un empleo, en especial a los estudiantes que hacen práctica laboral mientras estudian.
“Muchos de ellos por su (eficiente) desempeño, se han insertado laboralmente. Esta oficina también hace referencia, por ejemplo, a las personas que hacen emprendimientos, que hacen su propia empresa”, afirma.
Entre otras buenas prácticas que se comparte con los institutos, es el instrumento de gestión para el rector, un plan de mejora, un documento integral que ayuda a esta autoeidad a planificar una gestión anual, referido a la parte técnico-pedagógica, gestión institucional, actualización de docentes, formación personal, gestión de equipos y presentación de proyectos.
Las mujeres-madres que cursan estudios en los institutos tecnológicos, igualmente son apoyadas con el proyecto de cuidado infantil que consiste en la instalación de una pequeña sala donde la madre pueda dejar su bebé el tiempo que necesita para pasar clases, hecho que permite que la estudiante continúe con la carrera hasta que culmine sus estudios.
Un tema trascendental en tiempos de avance tecnológico que no descuidó Suiza en Bolivia, es la capacitación de los docentes en el manejo de las nuevas tecnologías que las empresas manejan en el mercado. “Salen de un instituto y van a una empresa que tiene equipos modernos que no conoce, no sabe qué hacer, creemos que los institutos tienen que estar al nivel del avance tecnológico y los nuevos profesionales egresen mejor preparados”, afirma Suárez.
Conocer la oferta de los institutos técnicos y generar convenios
- Conversando con la responsable Nacional de Intermediación Laboral del Proyecto Formación Técnica Profesional Consorcio CEMSE (Centro de MultiServicios), Ana Lía Zapana Cortez, Fondo Negro, conoce que la Feria a la Inversa, es un primer encuentro empresarial en Oruro en la que participan 17 Institutos Técnico-Tecnológicos que ofertan sus carreras académicas a la empresa privada.
“El objetivo es que el empresariado orureño conozca la oferta que tienen los institutos para que se gestione entre ellos una articulación y se genere un convenio, que debe estar enmarcado en la apertura de espacios de práctica laboral en las empresas para que los jóvenes puedan desarrollar una práctica entre 300 a 400 horas, mientras realizas sus estudios”, asegura Zapana.
No descarta que Oruro tiene una alta capacidad empresarial que alcanza a unas 800 pero que no se las visibiliza, sin embargo, significa que la empresa privada es sumamente importante ya que visualiza que los institutos puedan ser parte en éstas, y que busca que, este tipo de eventos, se puedan generar de manera anual como una actividad institucionalizada.
“En esta interacción van a conocer, los institutos, las demandas de los empresarios en cuanto a formación profesional, y, en función a eso tienen que ver estrategias que respondan a la necesidad empresarial que va a conllevar a la mejora del currículo en la formación de los nuevos profesionales”, afirma.
Explica que los institutos forman en habilidades duras que es la parte técnica, que se complementa con la formación en habilidades blandas, como la capacitación en trabajos de equipo, comunicación asertiva, empática, resilientes, para evitar el abandono del empleo.
Aunque, agrega, falta otros temas de capacitación como: redacción, lectura, oratoria, y que esto se podría complementar a través de alianzas estratégicas con otras instituciones que derive en una mejor preparación de los jóvenes profesionales y, tengan éxito en la búsqueda de un empleo y en temas de emprendimiento.
Zapana, indica que la cooperación de Suiza en Bolivia, está en la última fase del apoyo iniciado en 2022 y que en este 2023 la cooperación suiza sale de Bolivia, “hemos apoyado en Oruro a tres institutos con un aproximado de un millón y medio en equipamientos y otros procesos formativos”, señala.
Como anillo al dedo
- “La feria a la inversa es como anillo al dedo para la empresa privada, muchos institutos se han creado, además reciben ayuda del exterior. Para mi es una gran alegría”, dice, sin dejar de manifestar su sorpresa por las ofertas de los institutos tecnológicos, la presidente de la Federación de Empresarios Privados de Oruro FEPO, Elvira Valdez.
Reconoce que, en Oruro, gracias a los centros tecnológicos, hay una excelente mano de obra calificada, que no sólo muestran cómo se industrializa la quinua y otros productos agrícolas, sino la instalación de carpas para la producción de hortalizas, pero, agrega Valdez, lo más sorprendente es que los institutos están preparando profesionales para la fabricación de repuestos, algo que la empresa privada necesita para reparar sus equipos.
“Se ve que los institutos técnicos están muy bien asesorados en todo campo industrial y eso significa la capacitación de técnicos competentes, si eso va a ser de manera continua, téngalo por seguro de aquí a dos años, va haber novedades en Oruro”, asegura.
Recuerda que Oruro nació como un departamento industrial y en breve va a rescatar ese título, señala, porque “nos hemos quedado una tanto estancados en la parte de la ganadería y la agricultura, pero gracias a una nueva generación de técnicos se va a impulsar la industrialización de lo nuestro”, afirma.
