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“El Duende” y “Nace La Luz” suplementos culturales un escaparate que explican la vida desde Oruro

Maclovio Marconi, director de Extensión Cultural de la UTO, dirige el espacio cultural del "Solsticio de Invierno". jMeCi Imagen

Escribir la historia de un medio, sea cual fuera su periodicidad, es encontrarse con pintorescos relatos, que cual una novela, narran un camino por el que transita desde su nacimiento, así cómo convocan a escritores, poetas, músicos, periodistas, historiadores, no solo de Oruro sino de Bolivia y el mundo, para publicar ideas, opiniones, puntos de vista o simplemente compartir la palabra hecha texto

El Duende,un personaje que se pasea cada 15 días por las calles de Oruro

El Duende, suplemento cultural publicado cada 15 días por el diario La Patria. jMeCi imagen

Luis Oporto Ordoñez, director de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional, hace una reseña histórica del origen de El Duende, cuya personalidad ha cautivado a intelectuales del mundo. En 1811 aparece el primer El Duende, en la Guerra de la pluma entre liberales y absolutistas sobre la Constitución de Cádiz (España). 177 años más tarde, otro El Duende surge en la ciudad de Oruro.

Oporto, dice que en la dictadura de Hugo Bánzer Suárez (1971-1978), se persiguió a pensadores de izquierda, entre ellos el escritor orureño Alberto Guerra Gutiérrez (1930-2006), exiliado a Suecia, país europeo socialdemócrata, donde encontró la efigie de un duende, con su característico sombrero de ala ancha rematado en largo pico, con sonrisa maquiavélica que destaca en su rostro de nariz afilada y pronunciado mentón, vistiendo el clásico atuendo de holgado camisón, fruncido por cinto de reluciente hebilla metálica.

A su retorno a Oruro, Guerra, escritor, poeta y antropólogo, en 1988 invoca al duende de su exilio sueco, se inspira en la creación literaria editada en 48 volúmenes de formato media carta, cerrando sus ediciones en 1991. Fue la primera época, fundacional y heroica de El Duende, nombre que el poeta y antropólogo conservó hasta su muerte.

Pero este personaje mitológico, nunca está quieto, Oporto habla de un ingeniero-empresario-filántropo, Luis Urquieta Molleda, de la Fundación Cultural de la Federación de Empresarios FEPO Oruro, que por entonces impulsa la publicación de un tabloide literario quincenal denominado El Faro,de financiamiento asegurado, a diferencia de El Duende tamaño media carta que dependía de la voluntad y esfuerzo propio de sus editores.

Tras dos años (1993-1995) El Faro es clausurado, pero Urquieta no está quieto y decide seguir difundiendo cultura y crea una nueva Fundación Cultural esta vez sostenida por la Zona Franca Industrial y Comercial de Oruro en abril de 1995. Urquieta, un hombre de letras, retoma con más brío la publicación y retoma el nombre de El Duende, es el poeta tarijeño Oscar Alfaro quien abre portada, paradójicamente en una época de economía de libre mercado que imperaba en Bolivia.

Desde 1995 a 2003, según Oporto, escribieron más de 230 autores orureños, también nacionales y extranjeros. Señala que el suplemento literario publicado por el diario La Patria, es una palestra plural de ideas, novedades culturales, un foro para el debate y la reflexión, una pizarra en la que el poeta canta a la vida, un escaparate para la publicación de creaciones artísticas de pintores, una vitrina para libros de reciente edición, un canal para poner los puntos sobre las íes cuando corresponda y es necesario.

En El Duende, artistas, escritores, músicos, poetas, historiadores y estudiosos de la cultura de Oruro, Bolivia y el mundo, publican sus ideas. Por esas razones, El Duende es cosmopolita, universal, enciclopédico, orientador y ameno”, concluye Luis Oporto.

Estudiantes del colegio privado “Americano”, durante una visita a la exposición de El Duende. jMeCi imagen

Según el arquitecto y director de Extensión Cultural der la UTO, El Duende representa mucho para la literatura, la poesía, el arte plástico, “son más de 40 años que El Duende ha ido transmitiendo, justamente el pensamiento y la creatividad y el talento de grandes escritores y poetas, hay que mostrar a las nuevas generaciones de la gran producción que ha ido desarrollando por muchos años”.

Relieva el impulso que dio a El Duende el ingeniero Luis Urquieta, un amigo muy cercano del arte, ahora por la familia y, “en este espacio cultural denominado Solsticio de Invierno, mostramos otra joya cultural mediática como es Nace La Luz, en cuyas páginas grandes escritores en diferentes áreas del quehacer cultural están registrados”.

Nace La Luz, el destello que contribuye a la cultura de Oruro

Nace La Luz, mensuario orureño, un aporte a la cultura. jMeCi imagen

Su directora, la periodista Glenda Peláez, comenta que ella llega al medio a partir de la segunda edición, “empiezo con el trabajo de la coordinación general del medio y acogiendo los aportes de diferentes intelectuales del medio local”, afirma.

Recuerda que en los 20 años han escrito para, Nace La Luz, escritores, historiadores, abogados, artistas, periodistas, toda la gente que ha querido y ha venido a apoyar y fortalecer este medio, “pero hay nombres que se han constituido en colaboradores muy activos como el Dr. Antonio Rebollo Fernández, el Ing. Javier Cárdenas Medina, la Lic. Marlene Durán Zuleta, el Ing. Walbar Palli, el Ing. Bernal, Dr. Jorge Miranda Ocampo”.

Asegura que el mensuario ha acogido diversidad de trabajos, tan múltiples y tan disímiles, que cubre todas las materias, todos los espacios, todas las áreas del quehacer humano, un aporte muy genuino, muy denso, “se ha publicado análisis político, críticas, análisis económico, fundamentos sobre la educación, análisis y crítica literaria, política, cultura, deporte, es decir no ha quedado creo ningún tema, ningún espacio, ninguna disciplina suelta, todo se ha presentado y publicado”.

Glenda Pelaez, periodista y directora de “Nace La Luz“. jMeCi imagen

Señala que ya existe una tesis desarrollado por el Lic. Jorge Ernesto Del Carpio Peláez trabajado en la Universidad “Domingo Savio”. “Ha explorado precisamente el trabajo de Nace La Luz, ha identificado cuáles son las orientaciones principales del medio y, lo que él ha denominado como las etiquetas temáticas que se abordan y son verdaderamente fructíferas y hartas”, explica.

También ha acogido material internacional, añade, un material de algunas otras publicaciones que circulan en la red y son factibles de publicar, dado que el perfil del medio Nace La Luz no es comercial, sino gratuito, “lo hacemos en harás de contribuir con la cultura, fortalecer la cultura, y también, por supuesto, de llegar al lector, interesarle, motivarle en una temática y en lo que acontece en nuestro medio”.

La periodista no descarta y guarda esperanzas que Nace La Luz pueda crecer en su espacio físico, aunque eso depende y está sujeto a las variables económicas, ya que su sostén económico es la publicidad, pese al achicamiento del aparato productivo de las empresas que apoyan a los medios de comunicación, “pero vamos a seguir adelante”, asegura.

Periodismo en Oruro, centro de la intelectualidad boliviana

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