• La inteligencia artificial está viviendo una eclosión de popularidad a raíz del lanzamiento de Chat GPT y de los movimientos en grandes tecnológicas como Microsoft y Google. Tanto es así que los periódicos ya empiezan a mover ficha para situarse a la vanguardia, con decisiones que van mucho más allá que un simple incremento de la atención informativa sobre este tema.

The Financial Times FT ha dado ya el paso en los dos planos que considera que deben abordarse, tanto el de poner más foco informativo en la inteligencia artificial, como el de crear un puesto de responsabilidad desde el que se ayude al resto de la edición a entender que la inteligencia artificial no es un hecho tecnológico que debe tratarse desde una óptica tecnológica exclusivamente, sino que, al igual que, por ejemplo, la crisis climática, sus implicaciones afectan a cualquier otra área informativa. Es decir, que es transversal.

Madhumita Murgia, editora de Inteligencia Artificial. Foto: Laboratorio de Periodismo

El periódico económico ha designado a Madhumita Murgia como editora de Inteligencia Artificial (AI por sus siglas en inglés). En este puesto recién creado, Murgia liderará la cobertura de historias de inteligencia artificial de FT, escribiendo sobre los negocios, las empresas, las políticas y la ciencia detrás de la IA.

Murgia será la corresponsal principal del FT sobre el tema y, al mismo tiempo, trabajará con el editor de noticias de tecnología, Murad Ahmed, en el desarrollo de la cobertura, y especialmente trasladará su experiencia a otros reporteros a medida que «encuentren cada vez más historias sobre cómo la IA está revolucionando las industrias en todo el mundo», según el periódico económico.

Una tecnología transversal transformadora con implicaciones para los negocios y la sociedad

La editora de FT, Roula Khalaf, comentaba ayer que la IA «es una tecnología transversal transformadora que requiere un enfoque singular, y FT está bien posicionado para proporcionar un análisis autorizado sobre los desarrollos de IA y las implicaciones para los negocios y la sociedad. Madhumita es una destacada periodista con una trayectoria de historias de alto impacto en el sector tecnológico»

Madhumita Murgia, por su parte, explicaba: “Estoy muy emocionada de asumir este papel en un momento tan fascinante en el desarrollo de la IA y su influencia en la sociedad. Con un mandato global, espero poder dar forma a los informes de FT para ofrecer una cobertura líder en el mundo de esta tecnología que cambiará nuestras vidas”.

Murgia fue anteriormente corresponsal de tecnología europea de Financial Times, y escribía en las publicaciones diarias y de fin de semana de FT. También aparece como copresentadora de la serie de pódcasts Tech Tonic. Antes de unirse al FT, Murgia fue editora de tecnología en el Daily Telegraph y editora senior en Wired.

Design Thinking: una poderosa herramienta para los medios de comunicación

Design Thinking (pensamiento de diseño). Foto: Cortesía de Depositphotos
  • El design thinking (pensamiento de diseño) ha ido incorporándose a los medios de comunicación punteros en innovación como una herramienta poderosa para crear productos que encajen con las necesidades de los usuarios. Algunas universidades ya incluyen en sus másteres de periodismo temas dedicados específicamente a introducir al estudiante en las metodologías de trabajo del design thinking para ser más innovadores en la propuesta de valor.

¿En qué consiste el design thinking y en qué puede ayudar al periodismo? Seguimos en este caso dos fuentes: la guía sobre design thinking de la Interaction Design Foundation, y las aportaciones de Benedikt Borchers, coordinador de la DW Akademie en Bolivia, quien ha abordado esta metodología aplicada al periodismo en un taller de la Fundación para el Periodismo.

El design thinking consta de cinco etapas, y cada una de ellas, aplicada al periodismo, otorga unas posibilidades interesantes para crear soluciones que encajen con las necesidades de los lectores.

Etapa 1: empatizar e investigar las necesidades de los usuarios.

La primera etapa del design thinking se centra en la investigación del usuario. El objetivo es obtener una comprensión empática del problema que se está tratando de resolver. Según Borschers, esta fase consiste en hablar con la gente, con la audiencia más cercana al medio y con aquellas personas fieles al rol que desempeñamos. Como ejemplo, Borschers citó a Efecto Cocuyo, un medio venezolano que organiza tres veces al año un café para compartir con su audiencia.

En la cita, la audiencia puede simpatizar con los productores y periodistas. “No hablan mucho de periodismo, hablan de todo. ¿Para qué sirve? Obviamente después del café los periodistas no salen apresurados a escribir una nota sobre eso. Sirve para conocer a su audiencia principal y generar comunidad”, explica.

Borschers comentó que en este tipo de eventos sirve mucho hacer preguntas abiertas, que no necesariamente tengan que ver con el medio en cuestión, que no tengan que ver con su opinión sobre los titulares, o el contenido, sino hablar de cualquier tema para entender el mundo en que la audiencia vive.

Etapa 2: definir y declarar las necesidades y problemas de los usuarios

En la etapa de definición, se organiza la información que se ha recopilado durante la etapa uno. Se analizan las observaciones para definir los problemas centrales que el medio de comunicación ha identificado hasta este punto. La definición del problema y la declaración del problema deben hacerse de manera centrada en el lector o usuario del medio.

En este punto, según Borschers, (a diferencia del anterior, que está enfocado netamente a empatizar/conocer la vida de la audiencia), sí se puede preguntar sobre temas de interés para la audiencia. “Pueden prepararse votaciones, reuniones con un grupo de seguidores para definir enfoques temáticos”, subraya.

Etapa 3: desafiar las suposiciones y crear ideas

Durante la tercera etapa, los diseñadores están listos para generar ideas. Se han comprendido las necesidades de los usuarios en la etapa de empatía y se han analizó sus observaciones en la etapa de definición. Con lo obtenido, se puede comenzar a ver el problema desde diferentes perspectivas e idear soluciones innovadoras.

Hay cientos de técnicas de ideación que se puede utilizar, como lluvia de ideas, brainwriting, la peor idea posible o Scamper. Las técnicas de lluvia de ideas y de la peor idea posible se utilizan normalmente al comienzo de la etapa de ideación para estimular el pensamiento libre y ampliar el espacio del problema.

Según Borchers, en el proceso de idear, entra en juego la experiencia del periodista para proponer un tema de interés a la audiencia. “Aquí se puede pensar en procesos para involucrar a la audiencia preguntando ‘¿qué te parece su hacemos un viendo reportaje sobre este tema?’ ‘Queremos ir a tal, tal y tal lugar y hablar sobre esto’. La audiencia también se puede involucrar en este punto”, dijo.

Etapa 4: prototipo. Comenzar a crear soluciones

El equipo de diseño ahora debe crear una serie de versiones reducidas y económicas del producto (o características específicas que se encuentran dentro del producto) para investigar las soluciones clave generadas en la fase de ideación. Estos prototipos se pueden compartir y probar dentro del propio equipo, en otros departamentos o en un pequeño grupo de personas fuera del equipo de diseño.

Esta es una fase experimental, y el objetivo es identificar la mejor solución posible para cada uno de los problemas identificados durante las primeras tres etapas.

Borchers indica que en esta parte del proceso también se puede involucrar a la audiencia, mostrándoles cómo está quedando el producto, si se entiende, si podría mejorar, etc. Mostrar los avances del producto repercute positivamente en la relación del medio con su audiencia.

Etapa 5: probar las soluciones

Ahora, los diseñadores o evaluadores prueban rigurosamente el producto completo utilizando las mejores soluciones identificadas en la etapa de prototipado. Esta es la etapa final del modelo de cinco etapas. Sin embargo, en un proceso iterativo como el pensamiento de diseño, los resultados generados a menudo se usan para redefinir uno o más problemas adicionales.

“Hay que testear la publicación de la investigación y estar abierto a recibir comentarios y retroalimentación. Eso significa cambiar nuestra mentalidad de: ‘ya está publicado, ya está hecho’, a creer que el producto puede seguir mejorando con ayuda de la retroalimentación y quizás, sacar un segundo producto o segunda parte mejorada”, dijo Borchers.