- Oruro, capital del folklore boliviano y dueña del carnaval orureño declarado como patrimonio de humanidad por la UNESCO (2001), fue la sede del VII Festival de diablos y diabladas de: Perú, Chile, Colombia, México, Ecuador y Oruro-Bolivia como anfitrión, organizado por el “Centro Cultural Supay” CCS. El evento, a través de conferencias, música, danza, vestimenta, busca fortalecer la identidad cultural de la región además de recuperar el acervo de un “personaje”, como es la diablada en Oruro, una de las principales danzas del Carnaval de Oruro, que nutre las fiestas patrimoniales, religiosas y paganas.
Sin duda, el acontecimiento cultural, plantea fortalecer e impulsar la cultura latinoamericana con la reunión de diablos danzantes de los países invitados, en base a la diversidad de culturas, sean éstas: música, danza e indumentaria de países que tienen como personaje principal al Diablo, tal como señala el director del CCS, Jorge Enrique Vargas Luza.
El encuentro de diablos latino americanos fue inaugurado el 7 de noviembre, con la exposición de máscaras y traje de las diabladas de Oruro, muestra que fue fortalecida con la exhibición de obras pictóricas denominada “Minería, Candelaria y Diablada” de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos (filial Oruro), todo en ambientes del Club Oruro.
“Realizamos esta actividad por amor a nuestra tierra Oruro. Hasta el año 2018 fue departamental, luego se convirtió en internacional, cuando trajimos a invitados especiales en antropología que hablaron de las danzas de diablos en américa, una muestra de la maravilla de la mitología, tradiciones, leyendas y características devocionales de cada región, para este 2023 contaremos no solo con investigadores, sino también con grupos de danzas de diablos de centro y Sud América, que nos mostrarán la maravilla respecto a su mitología, sus tradiciones, leyendas y características devocionales intimas de cada región americana”, señala Vargas.
Recuerda que una de las motivaciones, para crecer como festival de Diablos y Diabladas, fue saber qué hay fuera de Bolivia en el tema de “diablos” como personaje de fiestas costumbristas y en qué se parecen cada una de ellas. “Cada uno de los países, así como Oruro, tienen su propia mitología y sus propias leyendas, sus propias concepciones religiosas, sus propias festividades patronales”, señala.
Entonces, agrega, había que aprovechar ese conocimiento para transmitirlo a la población orureña, y el festival es el mejor espacio para conferencias, además de danzas, música y vestimenta de diablos y se sepa qué tiene Oruro. “Han llegado con sus diablos, vestimentas, máscaras, conferencistas, para mostrarnos lo que tienen, pero principalmente mostrarnos la concepción de sus culturas”, apunta.
En Oruro no se le da importancia a la cultura
- Vargas, asegura que a los orureños hace falta conocerse, pero también saber lo que tiene, porque de otra manera, “si no conocemos exactamente lo que tenemos va a ser difícil entender lo que tenemos alrededor (fuera de nuestras fronteras)”, advierte.
Asegura que este tipo de actividades culturales, debe hacer que las autoridades del gobierno municipal y departamental, tomen conciencia de lo que es hacer cultura y apoyen a la cultura.
Recuerda que el Perú, tiene una industria de la cultura que es apoyada con mucha fuerza, en cambio en Oruro y Bolivia, cultura es la última palabra, nadie le da importancia y si aparecen las autoridades, son como políticos, no trabajan para la cultura.
“Más de 20 años como obra maestra, no hemos sabido aprovechar, si hubiéramos querido que el título de Obra Maestra tenga la real presencia en la UNESCO y la humanidad, nosotros hubiéramos permitido que se cree la Fundación Cultural que es el único nexo directo con la UNESCO”, afirma.
Dice que ni la alcaldía, ni la ACFO ni el Ministerio de Gobierno del país, tienen injerencia directa, lo que significa que el Carnaval de Oruro, no tiene un interlocutor válido en la UNESCO, y mientras no tenga nombre y apellido, la UNESCO no va a dar importancia al carnaval.
“El festival der Diablos y Diabladas, trabaja para tratar de fortalecer eso, que la gente sepa que hemos perdido más de 22 años sin hacer nada, y la UNESCO está mirando a Oruro como el promotor de la parte negativa del Carnaval de Oruro, que podía haber convertido a la ciudad en uno de los sitios turísticos más atractivos de Latinoamérica”, apunta.
El VII Festival de Diablos y Diabladas, tuvo su fin el 12 de noviembre con una demostración de las diabladas en la explanada de la Avenida Cívica, además de realizar una visita al Santuario del Socavón, donde los danzantes latinoamericanos ofrecieron una ofrenda religiosa a la Virgen del Socavón.