- Documentar el presente es exponer y colocar en el centro de la sociedad emprendimientos que hacen a la cultura, alientos que viajan cargado de valores en tiempos de crisis social, éste, que termina cercando a las nuevas generaciones en el que algunos, no tienen alternativa, sin duda son situaciones latentes que las autoridades no logran responder a la necesidad de las nuevas generaciones crecer en medio de valores. Los emprendedores son personajes que sobresalen, entre muchos, y el protagonista es Flavio Rosendo Mejía Oquendo, un violinista que tuvo la visión de fundar el proyecto “Centro Cultural BECUADRO” CCB y hace poco, la Orquesta de Cámara “SCHERZO”, que culmina esta gestión con un concierto de “Solistas”, una muestra de que es posible descubrir talentos musicales.
El proyecto artístico CCB ve la luz un 3 de marzo de 2021, hasta ese momento su joven director Flavio Rosendo Mejía Oquendo, se concentraba en clases particulares de violín en otras academias, experiencia que tomó como una señal de empuje y un estímulo para satisfacer necesidades culturales, donde se pueda explorar la técnica de cuerdas frotadas incentivando al aprendizaje del violín desde una corta edad.
Comenta que el CCB es una de las academias novel y de vanguardia en la ciudad de Oruro Bolivia, que se ha convertido, en poco tiempo, en uno de los centros de referencia en educación musical, siendo una institución libre, particular, sin ataduras políticas, y en los tres años de vida ya ha cosechado lauros, ganando medallas en el concurso departamental de violín, participando de
festivales internacionales y gubernamentales, ampliando su oferta a otros instrumentos como el piano y del folklore.
Pero, “nuestra punta de lanza es la enseñanza de cuerdas frotadas, sitio al que hemos llegado, después de explorar varias metodologías hasta encontrar la correcta que se adaptara al entorno socio/económico y cultural de la región”, afirma el músico.
Desde el 2022, en aras de lograr un roce con violinistas nacionales e internacionales, se presentan en temporadas de recitales y conciertos con maestros de toda Bolivia y algunos internacionales como la violinista Alison Miramendy, el maestro Alexander Lapich, la maestra Priscila Rodríguez y el maestro Igor Lara.
El 2024 el CCB es invitado por la Casa de la Libertad en la ciudad de Sucre, para formar parte de un concierto de música sacra con la obra “Stabat Matter” de Pergolesi, “los estudiantes del Centro Cultural Becuadro, han sido reconocidos por su brillante y talentosa actuación y por su juventud”, recuerda.
Mejía expresa su satisfacción y agrado como maestro de violín de niñas y niños de corta edad, quienes en 2024 ganan medallas de Oro y Plata en la categoría infantil “A” y bronce en la
categoría infantil “B”, en el Concurso Departamental de Violín organizado por el Instituto de Formación Artística “María Luisa Lucio” de Oruro.
Dice que la academia Centro Cultural BECUADRO nace con el objetivo de la enseñanza, la producción, la investigación y el incentivo en la enseñanza musical para fines profesionales y en este ámbito la música “sea una profesión más dentro del entorno de la ciudad y en posterior del país, estableciendo normas y estándares que rivalicen y sean competitivos dentro del canon mundial académico musical”.
Un segundo proyecto
- El CCB es prácticamente una institución cultural que tiene la mirada enclavada en el horizonte, más allá de la enseñanza de instrumentos de cuerda, que busca una referencia de calidad y trabajo formal en la música académica, un espacio donde los estudiantes de música a nivel medio y superior, tengan la oportunidad de realizar sus prácticas orquestales de manera regular y especializada, con este gran objetivo el 20 de octubre de 2024 se funda la “Orquesta de Cámara SCHERZO” OCS.
“En extremo joven, y aunque funciona dentro del Centro Cultural BECUADRO, la OCS desarrolla sus actividades artísticas de manera autónoma con integrantes de la academia BECUADRO y algunos becarios practicantes de la ciudad de Oruro y músicos profesionales invitados del interior del país”, asegura el maestro Mejía.
La Orquesta de Cámara SCHERZO, según el joven músico, tiene como objetivo ser una institución que proporcione un soporte académico a los músicos de la ciudad, independientemente sean alumnos o no del Centro Cultural BECUADRO, pero también formar parte de un circuito internacional para el desarrollo de herramientas y recursos para quienes desean formarse y tener un ámbito lúdico (juego, recreación) y bucólico (enaltecer la vida) laboral dentro de la música orquestal.
A su corta edad la OCS, en su primer concierto, rebosó de calidad y de un repertorio novel en la ciudad, con obras de autores desconocidos, demostrando un esfuerzo económico y académico sin precedentes para un grupo cuyo objetivo principal es el de lograr una sana y exigente práctica orquestal.
Dos conciertos, el primero, un Concierto de Gala, realizado en octubre en el Paraninfo Universitario de la UTO con obras de: Antonio Vivaldi, Kurt Atterberg, Peter Warlock y Jean-Féry Rebel, los tres últimos compositores poco o nada conocidos, pero escogidos para el repertorio por el maestro Mejía Oquendo.
El segundo denominado “Concierto de Solistas”, presentado en la Iglesia “San Francisco” en diciembre, con obras de: Antonio Vivaldi, Oscar Rieding, Astor Piazzolla, Jean Baptista Accolay, Jean Sibelius, dirigida por Alison Lucía Arismendy Rivera como directora invitada.
Mejía Oquendo, señala que los músicos profesionales invitados, en los dos conciertos son para crear un entorno de roce con los mejores del país, “obviamente demandó un esfuerzo extra dentro de la organización y del apoyo vital del centro en el tema económico”, apunta, y anuncia que se tiene en calendario dos programas más en este año y 12 para el año 2025, siempre con invitados de la más alta categoría.
Proyectos artísticos en crecimiento
- Sin embargo, no obstante que el trabajo en la academia y la orquesta, es intenso, casi sin descanso, poco a poco se van abriendo ciertos canales para un desarrollo integral y de apoyo con otras instituciones y personas particulares para que ambos proyectos sigan creciendo.
Es necesario aceptar, dice, que en la actualidad se cuenta con infraestructura y una sólida comunidad de estudiantes y maestros, porque se tiene ya ganado prestigio a nivel departamental y nacional, siendo parte de proyectos futuros con otros gestores.
El CCB y la OCS, que son propuestas jóvenes, ambiciosas y tremendamente serias dentro de la enseñanza musical, con ligeras transformaciones hacia su futuro para un mejor desarrollo cada vez más exigente y lleno de desafíos, que se constituye en un ejemplo para otros proyectos emergentes que realiza la competencia.
El creador artístico, reconoce que al igual que otros emprendimientos artísticos, la academia y la orquesta, también se ven afectadas por la falta de recursos económicos, la falta de material de enseñanza (instrumentos, principalmente) y la falta de recursos humanos, teniendo una nómina muy corta.
Agrega, el maestro, que los estudiantes ven limitados su economía para acceder a mejoras en sus instrumentos musicales, que requieren una manutención mensual y accesorios, como cuerdas por ejemplo que no se fabrican en el país y que la importación de ellas como su compra, resultan excesivamente caras.
Además, que en el medio no se cuenta con un experto en Lhuteria (persona que construye, restaura, repara y ajusta instrumentos de cuerda frotada y pulsada) para el trabajo de manutención de los instrumentos, y que tampoco se puede acceder con facilidad a instrumentos de calidad, ya que no hay o son muy caros para su adquisición, que repercute a que algunos estudiantes abandonen la academia.
“Lo peor es el límite académico, pues no existe en el país instituciones para continuar el trabajo hacia una educación superior formal que permita seguir estudiando y explorando nuevos derroteros; aunque se trabaja en alianzas estratégicas pero el terreno aún es incierto, sin embargo, se apaña ciertas dificultades y seguir trabajando que hasta el momento es muy satisfactorio”, afirma el maestro.
Concierto de Solistas
- Tal vez la muestra de logros de la academia CCB, en la formación de nuevos músicos en especial violinistas, fue el segundo concierto celebrado el pasado 6 de diciembre en el altar de la Iglesia “San Francisco” de la ciudad de Oruro, sin duda y con mucho orgullo puedo decir que “fue un gran concierto, aunque batallamos con el sonido exterior del desfile navideño”, comenta optimista el director de la academia, el maestro Flavio Rosendo Mejía.
“Fue un gran concierto”, insiste, porque no es fácil trabajar a contra reloj o en medio de tantas actividades sucediendo al mismo tiempo; pero “ahí están los logros”, y eso significa que la Orquesta de Cámara SCHERZO está en crecimiento, además se puede afirmar que ha empezado a dar la “oportunidad de ser solistas a los alumnos del CCB con repertorio exigente y de primera”.
Asegura el músico que, trabajar con niños gratifica su vida, mucho más cuando por iniciativa propia una alumna (Mell) le obsequia un “arbolito de Navidad” creada por ella misma a tono con la fiesta navideña, “es increíble que me lleve tan bien con gente menor a los 19 años o mayores a los 50 años, hay magia en la experiencia y la curiosidad, cualidades que perdemos una parte de nuestras vidas por andar anhelando cosas simplistas y efímeras”, apunta.
Despliega en la mesa el valor de los estudiantes del CCB quienes han trabajado bastante para el segundo concierto, ni hablar del trabajo esforzado y disciplinado de la orquesta, pero, el maestro centra su atención en una de las integrantes de la OCS, Valentina, una niña de apenas 9 años, quien había desplegado una travesía de talento y mucha disciplina musical, “tenemos una responsabilidad ante semejante talento; aunque no es el único, nuestra academia rebosa de talentos de niños de 3 años para adelante”, dice.
El “Concierto de Solistas” en la iglesia “San Francisco”, es toda una fuente de expresión de música que invita a la meditación
María de los Ángeles Murillo Sahunero, ingresa a la academia a los 12 años y medio para estudiar violoncelo, de 14 años, actúa como solista con la obra de Antonio Vivaldi, “Concierto en Do Mayor rv 399 para Cello”.
Tais Belén Tito Velásquez, llega a la academia, para recibir clases de violín a sus 14 años y medio en septiembre del 2022. Actualmente tiene 16 años. Es solista y ejecuta el “Concierto opus 21 en La menor” para violín en estilo Húngaro del compositor Oscar Rieding.
Alison Marce Fuentes, ella es clarinetista, estudia este instrumento desde sus 15 años en la banda de su colegio, a sus 18 años toma clases formales con el profesor José Luis Marim Chambi en la academia AVE AZUL. Actualmente estudia en la EBIM. Es solista con la obra “Oblivion” del compositor argentino Astor Piazolla.
Adriadne Valentina Palacios Calizaya, ingresa a la academia a sus 6 años en 2021 para recibir clases de violín, en la actualidad tiene 9 años y en solista en la ejecución de la obra “Concierto rv 522 en Sol mayor para violín” de Antonio Vivaldi. Es la primera violinista a nivel Bolivia de corta edad que toca un concierto completo de Vivaldi.
Cedric Janco Pinto, llega a la academia en 2021 para realizar estudios de violín a los 12 años, hoy a sus 15 años, es solista y ejecuta el “Concierto en La menor N° 1” de Jean-Baptiste Accolay.
- Invitados especiales
El “Concierto de Solistas”, concluye con la obra Valse Triste op 44 de Jean Sibelius, bajo la dirección de la chuquisaqueña Alison Lucía Miramendy Rivera, con estudios de violín con grandes maestros a nivel internacional, ocupa los cargos de concertino y solista en la orquesta del Conservatorio “Teófilo Vargas”.
Estudia Dirección Orquestal en la Carrera de Música de la UMSS, en la actualidad es miembro de la Orquesta Municipal de Cochabamba, docente de violín en “ArtEduca” y teoría musical en “Hughes Schools”, participa como Directora Invitada en orquestas de cámara de la Universidad Mayor de San Simón y en la Universidad Adventista de Bolivia.
Andrés Poggio, argentino de nacimiento, inicia sus estudios musicales a temprana edad en la Academia Nacional de Música “Man Césped” de Cochabamba, es licenciado de la UMSS, durante sus estudios ocupa cargos de Concertino en la Orquesta Sinfónica Universitaria.
A lo largo de 17 años de carrera, participa en conciertos y festivales nacionales e internacionales, colaborando con orquestas de renombre como “Canto Cuore“.