Cautivó a Hollywood con sus sonidos únicos: el extraño trabajo de Ashley Peldon, la mujer que vive de gritar

Le dicen “La reina del grito” y los estudios la contratan por su inusual registro de voz. Dice que su hija mayor tiene su mismo don.

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  • El universo de los gritos en Hollywood está, hablando en términos de Stranger Things, en el “otro lado” del de las películas. Puede parecer menor, pero tiene tantas aristas como cualquier área de una producción grande. Ashley Peldon, “La reina del grito”, lo sabe muy bien.

Los actores y actrices de voz -y sobre todo de gritos- entran en escena en dibujos animados, videojuegos o simplemente cuando una estrella no tiene el registro vocal suficiente como para hacer un buen alarido.

En una nota con Business Insider, Peldon, de 38 años, contó todo sobre su raro trabajo. La actriz participó en películas muy recientes, como Jurassic World, Free Guy o la nueva Scream, así que sus gritos podrían estar aún en nuestras memorias.

Un dato de color: Peldon grita en películas que eligen no ponerla en los créditos, obligándola a firmar un pacto de confidencialidad por la “mística” que eso provoca.

Nacida para gritar

Empecemos con sus dones que la diferencian del resto. Quienes trabajaron con ella dicen que sus gritos tienen un “doble registro”, lo que hace que al escucharla se puedan oír algo así como dos sonidos diferentes al mismo tiempo.

Estos “suenan mejor y más completos en dos registros” y quienes la contratan lo hacen porque además son “extremadamente altos”. Los ingenieros de sonido siempre tienen que bajar la intensidad del micrófono cuando trabajan con ella.

Hay otro aspecto innegable que la pone por encima del resto: Ashley nació con el don de gritar bien. “El grito gutural, carrasposo y pectoral de las películas de terror suele ser más duro y puede hacerte perder la voz si no estás acostumbrado. Pero estoy biológicamente diseñada para poder hacerlo con seguridad”, afirma.

La actriz no cuida mucho su voz, pero destaca trabaja con una especialista, la doctora Reena Gupta, que es laringóloga. Gupta le dijo que tenía “las cuerdas vocales de un atleta”, ya que “aguantan bien y no muestran ningún desgaste”.

De los videojuegos a Hollywood. Peldon comenzó como niña actriz trabajando junto a su hermana. Estuvo en películas y series de televisión, como Guiding Light, y hasta recibió una nominación al Emmy por su participación en este producto de CBS.

Pero su rol estelar fue a los siete años en el telefilm Child of Rage, en donde interpreta a una joven maltratada con trastorno de apego reactivo.

“Era una película muy difícil, teníamos que tener enormes escenas de ira incontenida, gritar de la rabia”, señala Peldon, destacando que gracias a su actuación en esta película de TV se ganó la fama “de que, si necesitas a una mujer que grite, tienes que llamar a Ashley”.

Tras salir de la universidad, su hermana abandonó la profesión, pero ella siguió. Gracias a haber sobresalido en Child of Rage, Ashley obtuvo algunos trabajos como actriz de voz y se hizo un lugar en la industria de los videojuegos, arte que le despejó el camino para lo siguiente.

Peldon de niña en “Engañada”, de 1991.

Referente en su área

Peldon asegura que tanto ella como sus colegas “endulzan” las escenas de las películas o series, añadiéndoles más de lo que se necesita. No son solo gritos. Los actores y actrices de voces tienen que “transmitir un golpe emocional, el lamento y la tragedia”, indica.

Y repetimos, su trabajo no es solo gritar. De hecho, cree que cada vez lo hace menos porque los directores están centrados en hacer personajes femeninos fuertes.

Ashley también hace voces para monstruos o actúa en escenas de lucha. Estos últimos son como “rugidos roncos y fuertes”.

A la actriz le divierte hacer “largos gritos de muerte”, y sobre este punto enfatiza en que estos chillidos son mucho más largos de lo que duraría un grito humano, lo que lleva a los sonidistas a recurrir a una técnica llamada “stitching”, en donde se graban dos gritos y luego se unen en edición.

Su trabajo la persigue hasta fuera de las salas de doblaje. En su casa de Los Ángeles, en donde vive junto a su marido y sus dos niñas, no es la única que grita bien. Una de sus hijas, la mayor, salió a ella y tiene una capacidad de grito insólita.

“Su voz me sorprendió. Es una chica tranquila en la vida normal, no es para nada una gran gritona. Pero tenía la voz de mamá y consiguió su primer papel de locución haciendo gritos; así que nos pusimos a trabajar juntas”, afirma la actriz.