Aproximación a la génesis del Santuario de Nuestra Señora del Socavón (1606-1776)

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Importancia histórica

Las sociedades progresan cuando superan sus incertidumbres, y mucho mejor, si lo hacen conjuntamente investigaciones que ayuden a reflexionar y analizar, el porqué, el cómo y el cuándo el hombre actúa en los acontecimientos históricos.

La investigación sobre la historia documentada del Santuario de Nuestra Señora del Socavón, adquiere significativa importancia, si consideramos la relación entre la devoción mariana y el Carnaval de Oruro, (declarado el 2001 como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO).

Identificar la documentación más temprana referente al Santuario de Nuestra Señora del Socavón, es comprender una primera fase del proceso de su devoción, su contexto, algunos personajes que fueron protagonistas de esta etapa previo a la leyenda mariana del Nina-Nina de 1789, donde se menciona “… el inicio del culto frenético a Nuestra Señora del Socavón”.

En estudios anteriores sobre el Santuario del Socavón, la mayoría de autores admitieron no haber recurrido a fuentes primarias, por lo que es justificado se realice con documentación de archivo, además, se ha considerado su rigurosidad histórica por ser uno de los requisitos para que el Santuario del Socavón pueda postularse como Basílica Menor, la documentación histórica de la capilla.

Por las características del tema se utilizó el método histórico. Sobre los repositorios que sirvieron en la investigación, se acudió al Archivo de Investigadores de Oruro (AHMO), el Archivo y Biblioteca Nacional de Sucre (ABNB), y el Archivo Arzobispal Monseñor Santos Taborga de Sucre (ABAS). Como fuentes secundarias, bibliografía de autores reconocidos.

La investigación nos conduce a la siguiente hipótesis: “a partir, del laboreo minero y las prácticas religiosas de la villa de Oruro, se pudieron establecer condiciones para un espacio devocional a Nuestra Señora del Socavón”.

El laboreo minero en la villa de Oruro

El cateo de minas en los cerros de Oruro, se registra aproximadamente desde 1568. Diego de Alemán solicita licencia en ese año al corregidor de Paria. A partir de entonces, se van conformando compañías y sociedades mineras, que en ocasiones trabajan conjuntamente las vetas de Berenguela, Oruro y Potosí. Otros trabajan individualmente como el clérigo Antonio de Montoro (ABNB). No faltaron mineros especialmente de Potosí quienes consiguieron mitayos, cuando Oruro seguía siendo un caserío de veinte o treinta españoles bajo la advocación de San Miguel, cuyo nombre tomaron, la veta, el cerro, el asiento y la ermita que se menciona en el informe de Godoy de 1607, pero el cerro ya se nombraba como Pie de Gallo.

Por documentos del cabildo de Oruro, existe la petición de los curas agustinos del convento de Challacollo, para dar los Santos Sacramentos a la doctrina de la reciente villa de Oruro, dado que ellos, por su cercanía lo venían haciendo desde 1596, además, por acuerdo del Ayuntamiento, después de fundada la villa, por el Licenciado Manuel de Castro y Padilla, se edifican, acudiendo a la generosidad de ricos dueños de minas, de una nueva iglesia matriz, cinco conventos y sus templos y la Parroquia de Indios Forasteros de San Miguel.

El espacio espiritual de la villa se fortalece con la creación de cofradías y capellanías, asimismo se eligieron los patrones y patronas de la villa y sus fiestas: Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, San Felipe Apóstol, Santiago Apóstol, San Miguel Arcángel, San Juan de Sahugún, Todos los Santos. A los que se añadieron, la Bienaventurada Santa Bárbara, y como abogada del cabildo Santa Gertrudis. (AHMO)

Una capellanía construida cerca al cerro pie de Gallo dio origen del actual Santuario de la Virgen del Socavón. Foto: gentileza Flia. Cazorla

El valor espiritual de las capellanías

Importante fue durante la investigación el estudio de las Capellanías. Abelardo Levaggi, nos dice sobre éstas: “…fundación instituida generalmente a perpetuidad, por vía testamentaria, o acto entre vivos, en virtud a lo cual el fundador afectaba un bien inmueble o una suma de dinero sobre el bien inmueble, para costear con su renta, la celebración de misas u otros actos píos, y, beneficiar a determinadas personas o instituciones a título de patrimonio, si estas personas aspiraban al sacerdocio, o al título de patrones y capellanes…” (Levaggi, 1992:21). Las capellanías, eran fundadas antes de morir o cuando se sentían enfermos con los años, eran donde se celebraban la cantidad de misas, en un determinado altar, iglesia o capilla, afectando la renta de los bienes a señalarse.

Se considera de gran valor en la investigación el conocimiento de las capellanías, porque es el eslabón entre las prácticas mineras y espirituales en la villa de Oruro, como fue desde antes de su fundación. Nos encamina a entender las diversas advocaciones, hasta llegar al Santuario de Nuestra Señora del Socavón, por medio de la fundación de Capellanía de Agustina Juárez, que explicaremos más adelante.

Santos y Santas protectores de minas y socavones

Las actividades mineras, después de 1606 en la villa de Oruro se caracterizaron por etapas de auge y de descenso, ya sea por una ley de mineral baja, escasez de mano de obra, inundación de las minas, falta de azogue. Se amplió la jurisdicción de 8 a 20 leguas debido al descubrimiento y explotación de minerales, lo que permitió nuevos asientos y lugares de cateo, donde acudieron los mineros orureños. Las diferentes vetas, minas y socavones tomaban como protectores a Santos y Santas.

Se evidenció un renacer en el laboreo minero a fines del siglo XVII y comienzos del XVIII con el trabajo de los Socavones Reales, especialmente en el cerro Pie de Gallo, sector de nuestro interés. Posterior a la peste acaecida en 1719, nuevamente hubo un pequeño descenso en el laboreo minero, se destaca la creación de la cofradía de Nuestra Señora de Copacabana, motivada por la nueva parroquia y templo de naturales en la ranchería de indios de San Miguel desde aproximadamente 1710. Y el asentamiento de pequeños ranchos y casitas en las faldas del cerro Pie de Gallo. (AHMO).

Santuario de la Virgen del Socavón en un día de fiesta. Foto: gentileza Flia. Cazorla

Dos expedientes de archivos coloniales, nos dan cuenta de Doña Agustina Juárez, vecina de Oruro, casada primero con Simón Gonzales de quién tuvo un hijo, Diego Gonzales Juárez. Al enviudar se casó en segundo compromiso con Eusebio Parejas, procreando a Tomás Parejas Juárez. Doña Agustina adquiere en 1730 unas tierras y fundición de metales en Soracachi, que se suman a unas casitas y panadería que tenía ya en el cerro pié de Gallo en la villa de Oruro. Estos bienes sirvieron a Doña Agustina para solicitar la fundación de una capellanía perpetua y colativa, cuyo encabezado menciona“capellanía fundada en la Hacienda de Soracachi, sita en la provincia de Oruro, de Principal de 4000 pesos, en unas casas de amasijo de dicha villa, sercanas al serro pié de Gallo y Santuario de Nuestra Señora del Socavón” (copia literal). La otorgación de la escritura de la fundación es del 14 de mayo de 1740, ante el Rector y cura de la Iglesia Matriz Juan Ascensio de Aldunate y Rada, quién otorgó Licencia de Fundación de Capellanía y Memoria de Misas Rezadas Perpetua y Colativa.

Para que su hijo Diego Gonzales Juárez ya en Título de ascender a las Sagradas Órdenes, pueda ordenarse a título de ella y fundar Capellanía y Memoria perpetua de misas rezadas, por las ánimas de dicha Agustina Juárez, sus padres y abuelos, sus dos maridos difuntos, sus dos hijos legítimos, ascendientes, descendientes”Se observa que las misas de esta capellanía, sean destinadas al culto de la Nuestra Señora de la Inmaculada y Purísima Concepción, que se veneraba en la capilla del Colegio Seminario de San Cristóbal de La Plata, donde estudiaba su hijo Diego Gonzales Juárez. (ABAS)

Esta primera referencia sobre el Santuario en mayo de 1740, y la posterior información mediante una segunda investigación -que no comprende la presente- de la edificación de una capilla durante 1739 en el cerro Pie de Gallo, nos permite delimitar un tiempo histórico del Santuario de Nuestra Señora del Socavón. Después a esta fecha la investigación encontró una veta de plata registrada en el cerro Cuchillo, asiento de Tanga Tanga a dos leguas de la villa de Oruro, con el nombre de Nuestra Señora del Socavón, este registro lo realizaron Juan Joseph Gonzales y Bernardino de Olavarrieta, el año de 1745 (AHMO). Reforzando la lectura de que la devoción a Nuestra Señora del Socavón es anterior a esa fecha.

Para completar el estudio, y la cronología del proceso, se incluye, documentación respecto a Diego Gonzales Juárez, como administrador, mayordomo, capellán del Santuario, y lo más importante, fue el refundador de la Capellanía, señalando que sea al culto a Nuestra Señora de la Purificación o Candelaria, y que su fiesta se celebre cada dos de febrero en el cerro Pie de Gallo. (ABAS). Aclarando que la fiesta oficial de Nuestra Señora de la Candelaria se celebraba, con misa cantada, prendido de velas, sermón y procesión, desde la fundación en la Iglesia Matriz, en la plaza del Rey. (AHMO).

Devoción a la Virgen de la Candelaria. Foto: jMeCi

Conclusiones

A partir de la fundación en la villa de Oruro, se establece que el culto a Nuestra Señora de la Candelaria (1606), Nuestra Señora de Copacabana (1710) y a Nuestra Señora del Socavón (1739-1740), están dirigidos al Misterio de la Purificación de la Virgen María. Siendo sus lugares de culto: la iglesia Matriz, la capilla de Copacabana, San Miguel de La Ranchería, y el Santuario de Nuestra Señora del Socavón en el cerro Pie de Gallo, celebrándose todas ellas el 2 de febrero de cada año.

Celebraciones que podría considerarse como la fiesta oficial; la realizada en la Iglesia Mayor o Matriz, situada en la plaza principal, donde se realizó la fundación de la villa. Probablemente la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria fuese de bulto, formaba parte de las fiestas de guardar, precepto, o como llamaban los españoles de Tabla. Obligatoria para los peninsulares, su familia, el cabildo y vecinos hidalgos. En la ranchería de indios, la cofradía posiblemente de indios y más tarde mixta, rendía culto a la de Copacabana. De la misma manera, desde 1739 en el cerro Pie de Gallo, en la capilla, ya conocida como Santuario de Nuestra Señora del Socavón, por su respectiva cofradía. Las dos últimas podríamos señalar como cultos populares.

Se rescata el significativo papel del Lic. Diego Gonzales Juárez en la permanencia, y consolidación del Santuario, hasta su fallecimiento en 1776. Lo que trajo como consecuencia ampliar el espacio espiritual para los devotos de la imagen, incluyendo al sector urbano y rural. Siendo el Mayordomo, administrador y capellán de la cofradía, señalando en la refundación de la capellanía, ampararse bajo la protección de Nuestra Señora de la Purificación.

Finalmente, esperamos contribuir con los resultados de lo investigado e interpretado, a un cuerpo histórico documentado, aproximarnos a la génesis del Santuario de Nuestra Señora del Socavón, para comprender mejor lo que antecede a 1789 y a la leyenda mariana del Nina-Nina.