Por: Miguel Salas Aguilar*
- La presencia diplomática entre estados (Bolivia / Nederland), se inició el 10 de diciembre de 1891, cuando en la ciudad de La Paz don Alejandro Quibert asume como Cónsul de Países Bajos en Bolivia; posteriormente por su importancia comercial el 21 de agosto de 1909, don Cornelio Gunglach asume el VICECONSULADO DE PAISES BAJOS en nuestra ciudad. Oruro.
- El edificio del Viceconsulado
Países Bajos, conocido también como Holanda, es un país europeo que se distingue por su paisaje de canales, campos de tulipanes, molinos y ciclo vías. Ámsterdam, la capital, alberga el museo Van Gogh.
Se puede asumir que la construcción es de la segunda década del pasado siglo XX. Su puerta principal y persianas metálicas de exposición están sobre la calle “Velasco Galvarro” (antigua calle Libertad).
Este ingreso mantiene su soberbia puerta enrejada de hierro forjado, desde donde se distribuye a los dos patios y almacenes bajo cubierta.
Antiguamente, una línea de ferrocarril ingresaba hasta este edificio, que lo hacía estratégico por su facilidad de llegaba de camiones y autos desarmados que se ensamblaban en su interior, así también llegaba material y equipos de minería. La línea de ferrocarril existió, mientras duró el auge de la minería.
Cornelio Gundlach: pionero del automóvil
- Este personaje está relacionado ampliamente al comercio de ultramar con Oruro. Así como en el ámbito minero de compra y venta de concentrados de estaño, propiedades mineras, así con el movimiento comercial con la Aduana Nacional.
En 1904, don Jesús Aguayo en sociedad con Cornelio Gundlach, hicieron traer a Bolivia, por primera vez dos automóviles, tipo ‘Tuxedo’ y ‘Lenox’, que fueron ensamblados por casi seis meses en nuestra ciudad, para luego emprender el servicio de diligencias de Oruro a La Paz.
Jesús aguayo, cochabambino él, manejaba el ‘Lenox’, y el holandés Cornelio Gundlach, manejaba el ‘Tuxedo’, iniciando con ello la historia del automóvil en Bolivia. ¡Lujos del liberalismo económico del pasado nacional!
‘La Tetilla ‘, su donación a Oruro
- Cornelio Gundlach, el año 1947, desde Santiago de Chile, ya con los años encima, decide donar su propiedad minera de ‘La Tetilla‘, mina de plata, plomo y kaolin a la ‘Carrera de Minas’ de la Universidad (Técnica de Oruro), con un amplio socavón de 650 metros lineales, mediante su apoderado el Dr. Herstzo.
Cierre del Viceconsulado
La revolución de 1952 y la nacionalización de la minería, alejó muchas inversiones privadas, entre ellas el cuerpo diplomático de muchos países en la ciudad de Oruro. Con la muerte de don Cornelio Gundlach en Chile, empeoró la situación hasta que el Ministerio de Defensa adquirió la propiedad (del ex Viceconsulado hoy cuartel militar) hacia 1953.
Cornelio Gundlach, fue vice Cónsul de Países Bajos (Holanda) en Oruro, además fue ingeniero de minas e ingeniero de Mensuras en la Universidad de Freiberg (Alemania) y un hábil comerciante. Favoreció a la Carrera de Minas de la UTO, con la donación de la mina ‘La Tetilla’.
El edificio del Vice Consulado de los Países Bajos, es una arquitectura poco estudiada, desconocida y poco valorada por los estudiosos del pasado. Esa arquitectura, es parte del pasado comercial, ferroviario e industrial de Oruro.
*Miguel Salas Aguilar / es historiador